Pinturas y decoracion en Lleida, España

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La Església de Sant Climent de Taüll es un lugar de gran importancia histórica y arquitectónica, consagrada el 10 de diciembre de 1123 por Ramon Guillem, obispo de Roda Barbastre. Es un ejemplo prototípico de iglesia románica de planta basilical con tres naves separadas por columnas y cubierta de madera a dos aguas, cabecera con tres ábsides y campanario de torre. La imagen de Cristo en Majestad de Taüll ha sido una de las imágenes emblemáticas más utilizadas para representar el románico catalán, y su original se conserva en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Recientemente se han recuperado importantes fragmentos de pintura mural original románica conservados in situ, y se ha implementado un proyecto museográfico que incluye la proyección con video mapping de las pinturas del ábside mayor. Además, se han recuperado importantes fragmentos de pintura original románica conservados in situ, algunos de los cuales se han restaurado en la última intervención que tuvo lugar en 2013. La iglesia alberga también tres tallas románicas que completan el conjunto de bienes muebles conservados en Sant Climent. La iglesia representa una de las tres iglesias que se construyeron en la época del románico en Taüll, junto con Santa María y Sant Martí, siendo las dos primeras las que han llegado hasta nuestros días en buen estado de conservación. La iglesia de Sant Climent de Taüll fue consagrada el 10 de diciembre de 1123 por el obispo Ramon Guillem de Roda-Barbastre, como quedó documentado en el acta de consagración que había pintada en una de las columnas del templo. Se trata de un edificio de planta basilical de tres naves, separadas por grandes arcos que descansan sobre columnas. Las naves, cubiertas por un entramado de madera a doble vertiente, están coronadas al este por un ábside central y dos ábsides laterales. La puerta, de arco de medio punto, se abre en la fachada oeste y originalmente había sido cubierta por un pórtico, hoy desaparecido. En el ángulo sureste del templo se sitúa la esbelta torre campanario, de planta cuadrada, formada por un zócalo y seis pisos de ventanales. La torre de Sant Climent de Taüll plasma todas las características de las torres románicas del Valle de Boí: la esbeltez, la presencia de ventanas en todos los pisos y la decoración de arcos ciegos y frisos de diente de sierra. Las aberturas de las ventanas son cada vez más amplias, quitando peso para poder hacer más alta la torre. La iglesia de Sant Climent de Taüll fue levantada en el primer cuarto del siglo XII, pero para su construcción se reutilizaron algunos muros de un edificio anterior, del siglo XI. Esto es evidente en la parte baja del ábside central y en el muro norte, donde el aparejo de pequeños sillares de piedra bastante irregulares muestra cómo era la construcción del primer templo. En la cabecera de Sant Climent se pueden ver los tres tipos de piedra más utilizados en la construcción de las iglesias del valle: el granito, el esquisto y la piedra tosca. Los tres ábsides están ornamentados con diferentes motivos de influencia lombarda: las arcuaciones ciegas, los frisos de dientes de sierra y las lesenas o bandas lombardas. En el ábside central y el campanario se conservan restos de enlucido y de pintura románica de color rojo. Cuando entramos en la iglesia de Sant Climent de Taüll, todos los elementos arquitectónicos nos dirigen la mirada hacia el ábside central, presidido por la imagen solemne de Cristo en Majestad. Lo que vemos actualmente en el ábside, en su mayor parte, es una proyección ya que la mayor parte de la pintura original se arrancó y bajó a Barcelona a principios del siglo XX, actualmente se exponen en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Pero junto con la proyección en la iglesia también encontramos importantes fragmentos de pintura original conservados in situ, algunos de estos fragmentos se recuperaron y restauraron en la última intervención que se llevó a cabo en el año 2013. Estas pinturas pertenecen a diferentes momentos decorativos. Las pinturas murales románicas conservadas en Sant Climent de Taüll pertenecen a diferentes momentos decorativos. Las más antiguas son las decoraciones de las ventanas de la parte baja del ábside principal, zócalos con motivos vegetales de colores rojos y amarillos sobre un fondo blanco que pertenecen a la decoración del primer momento constructivo de la iglesia anterior al siglo XII. Entre los fragmentos de pintura mural datados hacia 1123 y atribuidos al Maestro de Taüll destaca la escena de Caín matando a Abel situada en la parte derecha del ábside central. En el intradós del arco presbiterial, vemos cómo Caín sujeta a Abel por los cabellos con una mano mientras que con la otra le clava una hacha en la mejilla. Junto al rostro de Abel podemos leer la inscripción que identifica la escena "ABEL". Otras pinturas originales del programa iconográfico del Maestro de Taüll conservadas en la iglesia son las que encontramos situadas en el frontis del ábside mayor donde vemos un personaje con vestimenta de soldado tocando un largo instrumento de viento para anunciar la llegada del Señor al fin de los tiempos. En la cara frontal de los pilares de las primeras arcadas tocando al presbiterio, se conserva la imagen de dos santos que continúan la serie de los apóstoles del registro intermedio del ábside. El más conservado es San Climent, el patrón de la iglesia, representado como pontífice. Situadas en el frontis del ábside sur, animales en libertad corriendo a beber en los fondos de la salvación, enmarcados por zócalos decorativos. Posteriormente, otro maestro, conocido como el Maestro del Juicio Final (por la escena pintada en Santa María de Taüll), también pintó en Sant Climent, al menos, el ábside sur, del que también se conservan algunas restos en la iglesia. Además de los fragmentos de pintura original, en el ábside mayor también se conservan las trazas de los niveles más profundos de las pinturas románicas del Maestro de Taüll que fueron arrancadas. Distinguimos claramente la imagen de Cristo en Majestad dentro de la mandorla bendiciendo con la mano derecha y sosteniendo el libro con la mano izquierda, a su alrededor se ven las trazas de los cuatro evangelistas. En el centro de los arcos presbiteriales (en la clave) también se ven los perfiles de dos círculos. En su interior había representados la mano de Dios en actitud de bendecir y el Cordero de Dios. Junto con estos fragmentos de pintura original y la capa profunda, cuando entramos a Sant Climent de Taüll podemos ver las pinturas conservadas actualmente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña proyectadas con la técnica del video mapping. Así pues, ahora, en la iglesia de Sant Climent de Taüll encontramos junta toda la pintura del Maestro de Taüll que llegó hasta nuestros días combinando la pintura original con la proyección. Con la imagen completa de todos los fragmentos que llegaron hasta nuestros días entendemos el significado de estas pinturas: De arriba abajo el ábside se divide en tres espacios que simbólicamente asociamos con el Cielo, arriba de todo, donde se presenta la Divinidad; en el medio, el espacio entre el cielo y la tierra, donde encontramos los personajes santos, intermediarios entre Dios y el hombre; y abajo, la tierra, donde estamos los hombres. Toda la composición sigue un esquema geométrico, dominado por un gran eje vertical. A cada lado de este eje vertical se distribuyen simétricamente los temas y los personajes que estaban inspirados en diferentes textos de la Biblia, por ejemplo en el Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento que profetiza sobre el fin del mundo. En la pintura románica cada elemento tiene su lugar determinado por su importancia y por el espacio arquitectónico, se organizan por orden de importancia. En el Cielo, el Cristo en Majestad, la Mano de Dios y el Cordero de los siete ojos. Rodeando la imagen de Cristo, los cuatro Evangelistas, dos de ellos dentro de círculos que pueden evocar las ruedas de fuego del carro de Yahvé (Dios). Y, a cada lado, un serafín y un querubín. Entre el Cielo y la Tierra, bajo las arcadas de la Jerusalén Celestial, la Madre de Dios, San Juan y los otros apóstoles. En los extremos, San Climent y posiblemente San Cornelio. Y por encima de todo, el elemento central, el más importante: el Cristo en Majestad. Su representación está alejada de la realidad y el resultado es una imagen no naturalista, rígida, frontal, atemporal y esquemática. Para resaltar esto, sus formas están perfiladas en negro, rellenas con colores brillantes y contrastados. Pero en detalle, la expresión de los rostros, los pliegues de la ropa y los zócalos, son de una maestría singular y única en la época. La figura de Cristo en Majestad dentro de la mandorla nos observa sentado en el arco del cielo, con los pies sobre la esfera que representa la tierra. Cristo Todopoderoso bendice con la mano derecha y sostiene un libro abierto con la mano izquierda, que lleva la inscripción "EGO SUM LUX MUNDI": Yo soy la luz del mundo, la luz que nos revela el conocimiento de Dios. A cada lado de la cabeza de Cristo aparecen las letras Alfa y Omega, la primera y la última letra del alfabeto griego, simbolizando que en Dios comienzan y concluyen todas las cosas. La iglesia alberga también una serie de tallas románicas que representan diferentes figuras religiosas, como Cristo Salvador, Cristo en la Cruz, la Virgen María como trono de Cristo, la Virgen como trono de Cristo, entre otras. Además, en el interior de las iglesias románicas solía haber una gran cantidad de decoración, incluyendo mobiliario, tallas y objetos litúrgicos. La iglesia de Sant Climent de Taüll es un verdadero tesoro de arte y arquitectura románica, que ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la historia y la belleza de este estilo artístico. Si estás interesado en conocer más sobre esta joya del románico, no dudes en visitarla y disfrutar de todas las maravillas que tiene para ofrecer.

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