Belleza arquitectónica en Olot, España

“Un lugar arquitectónicamente perfecto, la discreción y la naturaleza son dos palabras que lo definen. La atención del personal sublime, en el desayuno nos sentimos como en casa. Lo único que nos llamó la atención negativamente, fue un cristal roto que había, rompía bastante con la estética del lugar.”

“En mayo estuve una semana con mi pareja y mi bebé de un año y medio en el Hotel Can Garay y fue perfecto. A mi hijo le encantó el jardín y los miles de rincones que descubrir, así como ver a los pájaros, los gatos y los peces. O subir y bajar las escaleras al huerto :P. La habitación está decorada con cuidado, es limpia y tranquila. Sophie, Lluis y Estefanía son super simpáticos y fueron muy atentos con el bebé. Incluso nos dieron una habitación que tiene dos camas individuales (la no. 6?), al juntarlas era una cama familiar donde podíamos dormir los tres con espacio de sobra (también nos ofrecieron una cuna de viaje pero nosotros preferimos dormir así todos juntos). La casa es hermosa y se nota que la han arreglado con mucho cariño. La región es muy especial. Desde el hotel se puede ir andando al río o caminar por la vieja vía de tren (ahora un bicicarril) mientras el bebé hace la siesta ;). Con coche se puede hacer un viaje de un día al mar o ir a ver los volcanes de la Garrotxa. También hay muchas rutas para ir con bici (que se pueden rentar en el hotel mismo). Muchas gracias Sophie y Lluis ¡Disfrutamos mucho nuestra estancia y seguro volveremos pronto!”