Comida hecha en casa en Santiago del Teide, España

“Llegué a las 21:30. El restaurante estaba lleno por dentro y por fuera, genial. Rápidamente me encontraron una mesa. Primero pedí un cortado. Estaba sin quemar, delicioso. Para comer pedí una pizza frutti di mare. Muchas conchas y cóctel de gambas. La masa es delgada, crujiente y ligeramente salada, tal como me gusta. Vi a los meseros llevar el plato, todos se veían apetitosos. Servicio profesional, sonriendo a pesar de que era el final del día. El lenguaje corporal de todos ellos mostró profesionalismo en lo que hacen. Fui gerente de un restaurante durante un par de años, sé de lo que hablo. Sin duda volveré a probar otros platos.”