Twentytu Hostel Barcelona,

Carrer de Pamplona, 114, 08018 Sant Martí, Barcelona, España

"Desde que llegamos nos dijeron en recepción que teníamos que hacer las camas por nuestra cuenta, nos pidieron 10€ por una llave de habitación que nosotros ya habíamos pagado. Íbamos mi pareja y yo con dos niños y nos dieron una habitación de 2 literas. Al entrar al baño no había ni toalla ni jabón, para conseguir una toalla nos la tenían que alquilar por 4 €. A las 00:00 cortaban las luces de las habitaciones. Las sábanas y los edredones tenían unas manchas extrañas, al intentar abrir la ventana para airear solo se abría 20 centímetros. El váter está separado de la ducha y el lavamanos, se encuentra en una habitación pequeña en la que al pasar solo puede entrar una persona, la ducha va con un botón que tienes que estar pulsando cada 10 segundos, ponen la excusa del ahorro ecológico. A la hora de irnos pedimos el favor de que nos llamaran a un taxi, no quisieron llamar a uno y tuvimos que ir con nuestros hijos a buscar uno fuera del hotel. No lo recomendaría para familias con niños."

"Es bastante cutre que no te dejen la cama hecha cuando llegas a tu habitación y que para asearte tengas que alquilar las toallas. El hostel alimenta la leyenda sobre lo peseteros que son algunos catalanes. He viajado por todo el mundo y no he visto nada tan cutre"

"Una experiencia genial en este hostel, con una ubicación estupenda cerca de la playa y de la Sagrada Familia. El personal se mostró cercano y disponible en todo momento, son un encanto. Las habitaciones son limpias y prácticas, igual que los lavabos. Además, ofrecen un montón de actividades para todos los gustos, y la terraza es muy top. Lo recomiendo :)"

"Este hostel es el alojamiento perfecto si quieres coger una ETS. Las habitaciones son pequeñas, un tanto deprimentes, y con un baño decente pero que se inunda. Las camas están hechas de piedra y te las tienes que hacer tú solo (pues el servicio de habitaciones es un coste extra). Las sábanas son más sucias que las uñas de un albañil y tienen manchas de todo tipo (sangre, mugre, comida, etc). Cabe destacar que el sitio más que un hotel parece Alcatraz pues apagan la luz a las 00:00 y no se puede abrir la ventana de la habitación (apenas unos 3 centímetros). La ducha funciona por un botón y se apaga cada 10 segundos, teniendo que pulsar constantemente. Tienen varios premios por ser ecológicos, aunque la palabra sería rácanos, pues un poco más y te cobran por respirar. Los recepcionistas eran amables. Lo único realmente bueno del hostel es la ubicación pues cerca hay varios lugares de interés turístico."