Hotel Parador de Villafranca del Bierzo Avenida Calvo Sotelo, 28, 24500 Villafranca del Bierzo, León

"Nada más entrar en Villafranca te lo encuentras a la izquierda. Muy bien señalizado y ubicado. Cuando se te avería el vehículo camino de Cádiz y has de esperar al Lunes para el taller, se te cae el mundo encima. Pero la calma reinante en este Parador y el trato exquisito de todos sus empleados me hicieron más llevadero y placentero el fin de semana. Me encanta como miman al máximo cada detalle. El hecho de ver el mando a distancia en una bolsa de papel te hace pensar en la pulcritud de la trabajadora/camarera y de su gobernanta. Cosa que luego compruebas. Se come bien en la cafetería y a precio moderado. Repetiré pronto pero espero que sea sin avería."

"Nos ha encantado el parador! Las habitaciones amplias , súper acogedor y calentito en invierno! Todo impecable! El restaurante y el desayuno un 10! Hemos disfrutado un montón! Siempre que quieres más te sirven sin problema y en la cena adaptaron la carta del restaurante a nosotros. Muchas gracias"

"Es un hotel amplio y moderno, del año 2011. Es un parador parecido al de Puebla de Sanabria, pero de mucha más calidad. Llegamos sobre las 17h. Era en el puente de Halloween, por lo que ya se estaba haciendo tarde. Bajamos a la piscina interior, que, a pesar de su reducido tamaño, en otoño apenas hay gente en el hotel, lo que significa que la piscina estaba completamente vacía. También hay una sauna, pero no la probamos mucho. Las habitaciones son amplias, teniendo en cuenta que éramos tres personas en una triple. Por poder cabrían cuatro personas, pues las habitaciones triples son gigantes, hay espacio de sobra. Al día siguiente, fuimos a visitar el centro de Villafranca del Bierzo. Ese mismo día nos íbamos a ir del hotel, pero nos gustó tanto que decidimos quedarnos otra noche. Por la tarde, fuimos a las Médulas, a apenas 30 o 35 kilómetros. Para ir a las Médulas recomiendo comer en el Mesón Durandarte y mirar bien la previsión del tiempo para poder ir a la Cuevona y al mirador de Orellán. Volviendo al hotel, esa noche cenamos en éste. La comida no era demasiado buena, pero tampoco está mal. Al fin y al cabo, es un hotel, a donde se va a dormir, no a comer. En conclusión, es un hotel buenísimo, los recepcionistas son muy amables, tanto el de por la mañana como el de por la tarde. Hay una sala de sofás muy cómoda que recomiendo para ir, por ejemplo, a leer o teletrabajar. Un hotel de 9/10, o 10/10. En fin, un genial hotel."

"Típico "ambiente" de paradores. Bien ubicado, a la entrada del pueblo. El aparcamiento es gratuito pero resulta pequeño cuando hay mucha afluencia. Cocina del restaurante de nivel. Personal muy atento y profesional. Muy recomendable."

"Hotel moderno bien ubicado y próximo al centro. Instalaciones correctas y piscina pequeña pero agradable. Muy mal el restaurante, cocina pretenciosa pero mal producto y peor elaboración. Espárragos (de lata) duros y sin sabor. Rodaballo pasado y lleno de huevas que tuvimos devolver a cocina. La berenjena insípida y la salsa de miel tan quemada que no se podía comer.... Recomiendo comer en cualquier otro sitio."