Siglo xxi en Las Lagunas de Mijas, España

“Si quieres una experiencia única e inigualable de formación secundaria no hay mejor lugar que el IES Las Lagunas, lo recomiendo mucho. Todo en este instituto es armonioso, desde la tan apreciada y prestigiada directora que para nada es odiada por los profesores, conserjes, alumnos y cucarachas de su despacho; hasta las instalaciones de última generación que nos posibilitan la visualización del contenido de la materia sin ningún problema. Además, el presupuesto se administra de escándalo, por ejemplo se destina a. Otro aspecto a tener en cuenta es la gran empatía y aprecio que tiene la directora con su alumnado, sobre todo con los bullies; que personalmente, esta fue la principal razón por la que decidí realizar mis estudios en este centro. El profesorado tiene un gran interés por el alumnado, a veces incluso nos llevan a excursiones al aula de convivencia, que para nada es por conveniencia. Las conserjes te hablan cantando, y te tratan con un el respeto y valores que han adquirido bajo la influencia del ambiente de este centro educativo. De hecho, un día me dio un ataque al corazón de escuchar la maravillosa, poderosa, rítmica y consistente voz de la señora directora regañando a una niña por su exhibidora vestimenta (pantalón por debajo de las rodillas). Intenté llegar hasta conserjería para que me dejaran salir las conserjes, pues no estaba en condiciones de adquirir tan ricos conocimientos que los profesores nos brindan diariamente con tanta gracia y dedicación. Sin embargo, y para mi mala suerte, me faltaban 2 nanosegundos para cumplir los 18 y no pude salir a pedir ayuda. Pero eso no importa, porque no hay mejor muerte que caer fallecida en los pies de mis iguales, que miran tanto por mi, siendo mi último recuerdo en vida la tan agraciada cara de mi directora, mi referente en la vida mientras mi visión se iba desvaneciendo. Fui teletransportada a una dimensión en la que me daban a elegir entre vivir eternamente en el reino de los cielos o deambular por los pasillos de este centro educativo cambiando el fondo de pantalla de los ordenadores con fotos del Bicho e IlloJuan. Sin embargo, ahí fue cuando Adela me tendió la mano para acompañarla al mundo de los infiernos. Justo después me dijo que era el Diablo, por eso no la veíamos nunca en los pasillos cumpliendo su función de directora, solo gritando después del recreo (así hace para abrir el portal hacia las puertas del inframundo y no para acosar a nadie).”