Noche de verano en Punta Umbría, España

“Casa preciosa, piscina impecable, todos los servicios. El dueño muy atento. Hemos ido 10 personas y 2 perros y hemos pasado 10 dias perfectos. Muy pero que muy recomendable.”

“Comento en general ya que el restaurante es parte del hotel. La oferta de restaurantes es bastante amplia, pero los restaurantes están ya asignados para todos los días (cada día tienes que ir a uno a cenar, no es elección libre). En una semana nos tocó repetir en un par de ellos o tres. La comida y desayuno por el contrario son siempre en el mismo, La Brújula, aunque la comida cambia de temática cada día. La comida en sí es muy correcta. El típico buffet donde hay un montón de cosas para elegir. Fruta, verduras, carne... según el restaurante concreto que te toque. La variedad es algo menor que en otras cadenas en las que he estado, pero definitivamente es correcta y suficiente. Con hambre no te quedas. Y siempre encontrarás algo que te guste. Mención aparte merecen algunas cosas, como las hamburguesas del restaurante americano. La carne es deliciosa y de gran calidad. Muy buenas de verdad. Los pescados por lo general también parecían de buena calidad en todos ellos y bien hechos. Un punto negativo que tengo que mencionar y que afecta a todos los restaurantes del hotel es la bebida. Probé coca cola Zero, coca cola Zero Zero, fanta naranja y fanta limón. Todas ellas salían absolutamente sin nada de gas (son las típicas de grifo). Pero nada de nada, lo cual le quitaba bastante atractivo. Solamente la fanta de limón me pareción que tenía un poquito de gas (burbujas), pero muy poco. Las fantas son Zero, por cierto, sin azúcar. Pero la falta de gas echa un poco a perder el refresco. Para todos ellos se ha establecido un sistema de turnos. Según que tengas 1er turno o 2º, entras a una hora u otra. Te permiten escoger el turno. El sistema funciona francamente bien y en toda la semana no tuvimos que hacer cola para entrar al desayuno, comida ni cena ni una sola vez. En otras cadenas en las que hemos estado siempre había que hacer colas a determinadas horas para entrar a la comida o la cena.”