Educación especializada en Arahal, España

“Cada vez que pienso lo pérdida y desesperada que me encontré en las primeras semanas de vida de mi primer hijo agradezco al universo que pusiera a Rocío en mi camino. Mi hijo no ponía peso, no paraba de llorar, pedía el pecho cada hora como mínimo para quedarse enganchado durante al menos otra hora... Todos insistían en que tenía que suplementarlo con leche de fórmula, que yo no tenía leche... Gracias a ella empezamos a ver la luz y por fin descubrimos que lo que le pasaba a mi hijo era que tenía un frenillo que ni los dos pediatras que lo habían visto ni las asesoras de otro grupo de lactancia habían sabido ver. Después de eso todo fue más fácil. Rocío, siempre respetuosa y con afán de ayudar, estuvo ahí para aconsejarme con obstrucciones, perlas, alimentación complementaria... Una joya. Es el mejor regalo que te puedes hacer o le puedes hacer a una amiga o familiar que acaba de tener un bebé si queréis lactancia materna.”