Expociones artísticas en Madrid

“Nos atendieron muy bien. Rápido y todo estaba bueno.”

“Sitio con un trato excepcional de los camareros. Y todo lo que pedimos riquísimo. Pedimos un pincho de tortilla, que estaba riquísimo, tortilla poco cuajada, sabrosa pero no salada y con la cebolla que está tan bien pochada que si me apuras está caramelizada. Seguimos con una de calamares, super tiernos bien rebozados y nada aceitosos, encima te los sirven con alioli, así que muy ricos. Continuamos con media de croquetas, con bastante sabor a jamón, crujientes por fuera y nada aceitosas. Y por último una tarta de queso de sabor y textura espectaculares. Sólo les pongo un pero que hacia calor en el local, pero supongo que es facil de solucionar. Ah un detalle que dice mucho de ellos es que aunque habíamos pedido ya las raciones, nos han traído tapa con la bebida de todas formas, cosa que no en todos los sitios lo hacen. Seré asidua y si ponen terraza me da a mi que seré incondicional.”

“Esta tienda es especial, todo lo que tiene es precioso y de artistas súper molones. Me compraría todo. Pero no puedo.”

“Restaurante escondido en un antiguo mercado, te traslada a una antigua taberna japonesa. Ideal para compartir nigiris de todo tipo, tienen pescado del día muy bueno. El ramen merece mencion a parte, es buenísimo.”

“Buscábamos un alojamiento para pareja en Chinchón, para sólo una noche, en el cual poder dejar nuestras cosas y descansar; y que estuviera bien ubicado. Pues bien, 'La casa de los soportales' superó nuestras necesidades y expectativas con creces. Mejor colocada imposible (en la misma Plaza Mayor), con dos cafeterías justo al lado. De estilo rústico, respetando la arquitectura y disposición originales (vamos, una casa de pueblo en toda regla), pero con todas las comodidades. Silencio y calma reinaron dentro del alojamiento en todo momento. Ni nos enteramos de que estábamos en la Plaza. Sólo la utilizamos para dormir, y entre la tranquilidad ya referida, el fresco que proporcionaban los anchos muros (ola de calor y ni necesidad del aacc, que haberlo lo había), la amplia y dura cama, y el cantar de los pájaros una vez se hizo de día, dormimos (y amanecimos) genial. La atención, sobresaliente. Como si fueramos de la familia. Valor añadido el poder llevar a nuestra mascota, que estuvo super agusto también. Y detallazo la botella de vino blanco de Chinchón que nos obsequiaron. Repetiremos, esta vez con nuestro enano, un fin de semana completo, seguro.”

“Estupenda sala y discoteca que tiene unos conciertos de música en directo fantásticos.”