Panadería El Música Calle Pablo Picasso, 62, 03600 Elda, Alicante

"Muy mala atención, la dependienta es muy borde y cortante. Solo tienen tostada de aceite y en una panadería no tienen pan integral. Lo peor ha sido el trato personal y estar escuchando como la dependienta estaba harta y deseando cerrar antes de la hora."

"¿Como es que las toñas cuestan 2 euros más por ser para el día de reyes?, la gente modesta que no se puede permitir comprar un roscón para cenar esa noche con su familia compra una toña que es más barata, pero en esta panadería las suben 2 euros para ese día, saquen sus conclusiones ."

"Pésimo trato con los clientes, se están cargando un negocio que seguro que a su fundador le costó mucho levantar, lamentable, es como si se creyesen que tienen la exclusividad de las toñas y roscones de reyes cuando hoy en día existen otras panaderías (Juanito, Raúl Asencio, El Horno en Petrel, Polo en Novelda) que lo hacen mejor. No se entiende que vayas en persona a encargar 12 roscones para llevar a Madrid y se nieguen a tomar nota del encargo con una semana de antelación , que te pidan que vayas 2 días antes y volviendo 2 días antes tampoco te tomen nota del encargo por que " es temprano y todavía no están preparados para recoger encargos" Lo más gracioso es que aún con encargo el día de reyes hacen esperar a todo el mundo con encargo o sin el en una cola interminable, es como que les gusta resarcirse de lo que sufre la gente para comprarles ."

"le doy 1 estrella porque no se pueden poner 0, la dependienta te mira mal y solo tienen aceite para las tostadas y no tiene nada de bollería , habla de muy mala manera y cuando pides la leche fría te la sirven caliente ."

"Una pésima experiencia que te deja un mal cuerpo. Al entrar la dependiente ni te mira. Decidí sentarme para tomarme un café y después de esperar mi turno, bueno un cliente se me coló en connivencia con la camarera, le pedí un café y una pasta y me respondió de muy mala manera que ya no había servicio de cafetería. Le pregunté por qué no me lo había avisado ya que me vio sentarme y me contestó sin ni siquiera mirarme que no le había preguntado. Increíble ver hoy día actitudes así en el mundo de la hostelería. Hay personas que no se quitan el mono de amargada cuando salen de casa y se lo llevan al trabajo. Éste es uno de esos casos. Amargada de la vida que intenta amargar a sus clientes. Yo no se lo permití pero si no quieres que te amarguen mejor no ir. Qué pena de negocio"