Restaurante La Bruschetta

"Llevo yendo durante muchos años y es mi lugar favorito para esas noches donde uno quiere estar cenando tranquilo, con un ambiente apacible disfrutado de una comida exquisita. El propietario Tommaso como siempre tan servicial, todo el personal muy atento y la comida excelente, como siempre casera y fresco. He de añadir que dispone de parking, lo cual es muy cómodo aparcar y olvidarte del coche."

"Restaurante inesperado y con un final inesperado. Nos hospedamos en el Hotel Villa Gadea y nos recomendaron este restaurante para cenar, aunque está muy cerca fuimos en taxi. Es una finca donde está situado, ambiente y entorno perfectos y la comida excelente. Aunque fuimos por primera vez lo tendremos.indudablemente en cuenta para próximas veces."

"Ambiente excelente y agradable. Aunque la espera entre platos se hace algo larga!!! Merece la pena por la calidad del producto. Recomendado 100%100. Muy rico todo!!!!"

"Calidad y buen hacer mezclados con maestría. Restaurante muy tranquilo y acogedor, con una preciosa terraza y un trato con el cliente que roza la excelencia. La calidad del producto que trabajan es inmejorable, sencillamente sorprendente. Merece la pena dejarse aconsejar por Tomaso, el regente del restaurante que nos aconsejará según nuestros gustos particulares. Imposible no acertar con cualquiera de sus platos. Buon appetito!"

"El sitio esta bien, tiene buen ambiente y bien decorado. La pasta te la venden como que es super fresca y casera, y muy italiano todo, pero al final muy decepcionado. Comienzan trayendo a la mesa un plato con trufas para que veas y huelas, pero un poco fail. Yo tampoco soy un experto en trufa, pero mi tio es chef y me ha enseñado como huele una trufa buena, y puedo asegurar que no tiene nada que ver con lo que nos trajeron. Tenia mala pinta y no olía bien. Te las traen como para venderte los platos de pasta con trufa, que solo por llevar unos trozos de trufa pasan de 15€ a 35€. Al final acabamos pidiendo carpaccio y burrata de entrantes y pasta pesto de plato. Los entrantes estaban ok, nada del otro mundo. Y la pasta tampoco era nada increíble. El pesto muy muy poco logrado, apenas tenía sabor ni textura. La pasta que se supone que era casera no me pareció que fuera nada del otro mundo. Y lo peor de todo fue el “parmesano” que ponen para la pasta. Eso no es parmesano. Terrible. Eran polvos que ni olían ni sabia a queso, y mucho menos a parmesano de verdad. Luego el postre de crepe de melo a mi padre le gustó, pero a mi sin más. Algo a comentar que fue super raro fue el señor que nos atendió. Era muy complicado comunicarse con él, y hacia una cosa muy rara de llenarte el vaso de cerveza, como si fuese una botella de vino, supongo que para que bebas más. Bueno, lo puedo tolerar, pero lo hacia cogiendo la cerveza por arriba, como casi tocando por donde beberías con su mano. Muy raro. También le preguntamos que platos están buenos, o se suelen pedir mas, o que nos recomienda, y la respuesta fue antipática, muy difícil de entender, y sin aportar nada de valor. También se estaba quejando y parecía como enfadado porque había mucha gente en el restaurante, pues tio, es semana santa y es un restaurante, es lo que hay. La otra chica que nos atendió muy simpática. En general, un italiano con sobre precio, definitivamente para turistas (rusos), en el que prima más el “aparentar” que el que la comida esté realmente buena. No lo recomiendo ni voy a volver."