Restaurante Boliña El Viejo Adolfo Urioste Kalea, 1, 48300 Gernika-Lumo, Bizkaia

"Amabilidad y profesionalidad ,Restaurante en Gernika en el centro del pueblo .Llamé para hacer una reserva para dos ,porque teníamos en el polideportivo Moleste ,Open Dey nuestros chicos de Bosko Barakaldo con Vs. Gernika ,Ganamos! Con la emoción la reserva aumento de 2 en 2:.Nos facilitaron la reserva,Atención de primera ,comida con productos locales,las alubias buenísimas,el caldo de pescado reponedor,el bacalao y los chipirones una delicia y no hablar de los postres caseros y al ser menú de fin de semana 30€ por persona el vino crianza de calidad,volveremos sin duda ,lugar tradicional de toda la vida ."

"Fui por recomendación de un par de amistades y la verdad es que me decepcionó un poco, quizá porque llevaba demasiadas expectativas. Sitio de los de toda la vida. Menú de 15 € con primero y segundo, pan, postre y agua o vino (la camarera tuvo a bien ponerme un refresco sin sobrecoste). De primero pedí una "paella de carne", que viene a ser el típico arroz con cosas, bastante bien pero que tampoco es algo impresionante. De segundo, lenguado. No estaba mal aunque hubiese agradecido que viniese acompañado de unas patatas, arroz, o algo. De postre, un flan bastante decente pero sin ser tampoco algo que destacase. No sé si quizá elegí mal los platos, pero vamos, que me esperaba comida casera, muy rica y en cantidad abundante, y me quedé en un "todo correcto" bastante tibio, que está bien, pero tampoco me apremia a repetir si se diese la oportunidad."

"Un lugar con encanto,con una comida deliciosa. Fui como turista a visitar Gernika y una señora muy amable de la propia ciudad me lo recomendó. Una excelente sopa de pescado de primero y después unas deliciosas ijadas de merluza. De postre, tarta de queso de la casa. De 10. Mi más sincera enhorabuena y mis mejores deseos para todo su personal de cocina y sala."

"Nuestra elección de arroz con carne y judías resultó ser un acierto. Las judías estaban tiernas y sabrosas, impregnadas con los sabores reconfortantes de la cocina casera. Cada bocado nos transportaba a esos platos tradicionales que solo se encuentran en el hogar. Sin embargo, el plato estrella de la velada fue el redondo de ternera. No había necesidad de cuchillo, ya que la carne se deshacía en la boca con una textura melosa que denotaba una cocción cuidadosa y paciente. Cada mordisco era un estallido de sabores, y la sazón perfectamente equilibrada resaltaba la autenticidad de la cocina casera."