Momotegi Casa Rural de Agroturismo Pikogarate Bidea, 20, 20180 Gipuzkoa

"Hemos disfrutado muchísimo de la casa. Olga es estupenda. ¡Volveremos!"

"No hay palabras para describir lo maravilloso y mágico que es este lugar, y no solo por la casa y su ubicación dentro de un parque natural lleno de senderos y ríachuelos, sino también por Olga, su propietaria, que desde el primer momento nos ha hecho sentir mejor que en nuestra propia casa. La estancia, plagada de paseos y atardeceres increíbles desde la terraza no ha podido ser más sanadora. Y encima la finca está a un tiro de piedra de San Sebastián y su legendaria gastronomía (aunque hemos encontrado algún restaurante cerca de la casa perfecto para degustar platos típicos de la zona cocinados con maestría y a un precio más que razonable). Lo más duro de todo ha sido tener que irnos, pero hasta eso ha tenido su lado bonito, pues nos hemos llevado unos foies exquisitos y algún que otro producto, todo ello elaborado por la propia Olga. Ojalá podamos volver pronto!"

"Estuvimos a mediados de agosto, el lugar precioso pero muy descontentos con la atención de Olga. En nuestro caso como la Casa Rural estaba ya alquilada se nos ofreció la casa familiar (ojo si la alquilais, ya que tampoco es en exclusiva) Para empezar, entrábamos dos famílias el día 12 de agosto con un bebé y dos niños de 4 y 5 años, y la mujer que limpiaba la casa se fue nada menos que a las 11 de la noche, por lo que no pudimos acostar a los tres niños hasta entonces. Eso sí, antes mismo de marchar se nos exigió el pago en efectivo del 100% de la estancia, pese a que en la "factura" ponía que debía pagarse el último dia de la estancia. Nos reservamos 500€ viendo las irregularidades. Contratamos una cama auxiliar ya que éramos uno más (43€/noche) y nos puso una espuma de 5 cm de ancho (adjunto fotos), pensamos que como el niño casi no pesaba pues tampoco era para tanto. El problema vino al día siguiente, cuando el niño se levantó con 20 picadas de araña debido a que durmió en el suelo sin ningún tipo de somier y la higiene era bastante deficiente habiendo telarañas y arañas en todas las habitaciones. Le comentamos la situación a Olga para tratar de buscar una solución a como estábamos durmiendo, y su respuesta fue que a ver si teníamos el diagnóstico de un médico conforme eran picadas de araña, que igual era un sarpullido, y que nos fuéramos inmediatamente de la casa porque nos rescindía el contrato (posteriormente vino un vecino a mediar). Los últimos días los pasamos compartiendo mi hijo y yo una cama de menos de 90 cm, y el último día le dijimos que creíamos que como mínimo la supletoria no nos la debía cobrar ya que solamente había servido para que picaran 20 arañas a un niño de 4 años (ya sin contar que el primer día se nos entregó la casa a las 11, día que habíamos pagado). La mujer se negó en rotundo y quiso cobrarlo alegando que el pago adicional no era por el "plegatín" sino porque había una persona más en la casa (supongo que las condiciones en las que esa persona esté son irrelevantes para ella). En definitiva, aunque en una primera conversación parece una persona superamable, a la que tienes algún problema cambia por completo, te grita y no te deja ni siquiera hablar. Es zero empática y le dio igual que mi hijo se fuera con 20 picadas de araña por culpa de su mala higiene y sus pocos escrúpulos al colocar una espuma en el suelo como si fuera una cama. Lo único que li importa es cobrar, y además, en efectivo."

"Olga es una anfitriona amorosa y agradable igual que la casa. Situada en un entorno que te atrapa, uno de esos lugares en que te quedarías a vivir."

"Lugar de ensueño... apartado de todo, vistas increibles, casa super acogedora, cuidada. Yo simplemente estuve haciendo una grabación, no he estado pasando ningún día allá, por lo que no conozco el servicio, pero cómo está el lugar siempre creo que da mucha información de lo que hay detrás."