Legamar International School

"UNA VERDADERA VERGÜENZA DE INSTITUTO!! Se atreven a matricular a un alumno sin consentimiento de uno de los progenitores, si se saltan las leyes con tanta jeta repito se saltan las leyes se puede esperar cualquier cosa. El personal que lo dirige lamentable.... A ver si trabajáis más que no hacéis nada hasta coger el teléfono os cuesta ...."

"“Me siento profundamente insatisfecho con mi experiencia en el Colegio Legamar. Después de enfrentar un contratiempo académico que me dejó sin instituto en segundo de grado superior, esperaba que el colegio mostrara comprensión y apoyo. En cambio, cuando busqué un reembolso parcial, me encontré con una respuesta muy desfavorable. Un miembro del personal, que no recuerdo su nombre pero tenía gafas y pelo canoso, fue extremadamente irrespetuoso y, lo que es peor, me amenazó con hacer desaparecer mi expediente académico si procedía a cancelar el recibo de pago. Esta actitud no solo fue poco profesional, sino que también me dejó preocupado y desanimado. Esperaba un ambiente educativo donde se valorara y respetara a los estudiantes, pero mi experiencia fue todo lo contrario. Desaconsejo fuertemente considerar este colegio si estás buscando una institución que realmente se preocupe por el bienestar y éxito de sus estudiantes.”"

"Es un colegio excelente. El profesorado se implica al 100%, el trato con los alumnos es humano y cercano. En todas las etapas educativas se apuesta por la excelencia académica. En Infantil el equipo docente es excepcional y también es destacable el Equipo de Orientación que se ocupa de los alumnos con necesidades educativas. Sin duda una buena elección si lo que buscas para tu hijo es una buena educación, innovación y atención personalizada."

"Mi situación, cuando estaba en 4° de primaria con (9-10 años aprox) tuve la mala suerte de caer en la clase de José Ignacio. Y me hizo el curso imposible especialmente cuidando el comedor, me obligaba a comer, me chantajeaba, me llegó a llamar anoréxico, me ponía a comer solo, incluso me preguntaba que qué cenaba en mi casa diariamente. Llegué a perder 7 kilos con 9-10 años, y además el "individuo" siguió dándome la matraca el resto de la primaria cuando me veía. Al final a mitad de curso en la ESO opté por un instituto público con jornada continua y sin comedor (De las mejores decisiones que he podido tomar) Se aprovecha de los niños porque tragan con todo, ahora con 22 años que tengo a ver si se atreve..."