S ‘pejos Peluqueros

"He ido por primera vez solamente a cortarme las puntas pero, me destrozaron el pelo en otra peluquería y la chica a estado asesorándome super bien y ha sido muy amable. He sentido que de verdad se preocupaba por mi pelo y no que estuviese intentando venderme, que es lo que hacen muchas peluquerías"

"Jamás he puesto una reseña negativa, pero después de comentar con algunas amigas y ver que también han tenido malas experiencias en esta peluquería, siento que tengo que contar la pesadilla vivida. El pasado 22 agosto, con mi peluquera de confianza de vacaciones, necesitaba darme unas mechas y elegí Spejos Valdemoro por cercanía y excelentes valoraciones. He comprobado que está claro que las reseñas las tienen totalmente cocinadas con comentarios de amigos porque no me puedo explicar una valoración tan elevada con los desastres que hacen. Desde el principio y para ser sincera, el peluquero no tenía mucha gracia (por no decir ninguna) poniendo el color y el papel de plata, eso sin hablar de la poca delicadeza con la que lava la cabeza. Ahí empieza mi pesadilla con unos picores en el cuero cabelludo insoportables, que diez días después no han desaparecido porque me han producido una grave dermatitis debido a los productos tan agresivos que utilizan. Las mechas no pudieron quedar peor, con una mancha horrible y muy visible. En el primer intento no consiguieron resolver el problema. Me tuvieron más de tres horas para poder arreglar aquel desastre, fueron momentos muy angustiosos. El disgusto y el tiempo que perdí junto con los 30€ que me cobraron por destrozarme el pelo, me dejan claro que no voy a volver NUNCA a este sitio y mucho menos lo puedo recomendar. Desde el principio, reconocieron su error y me regalaron una tarjeta con un peinado gratis, pero si algo tengo claro en esta vida es que no me vuelven a tocar el pelo ni a mí ni a ninguna de mis amigas."

"Si tenéis una madre de 70 años para arriba, con alguna patología no la llevéis, en la peluquería les horrorizan los ancianos y las consecuencias que puedan derivar mientras estén allí y les ocurra algo. No quieren ni oír hablar de llamar a una ambulancia, prefieren echarlo a patadas y directamente ni dejarlo entrar y no prestarle sus servicios. Eso te dice mucho de la catadura moral de la dueña que regenta el local, eso sí palique y tontería no les falta y luego no saben ni hacerte un corte de pelo a capas o peinarte sin quemarte con el secador."

"Nunca me habían dejado el pelo con un rubio tan espectacular, es sin duda la mejor experiencia en una peluquería en toda mi vida. Trato cercano y amable, siempre adaptándose a los turnos de mi trabajo para poder tener siempre el pelo 10!"