Obelix

"Buen local, con muy buenos bocadillos. Mino es increíble y muy amable. MEJOR SITIO DE CANGAS. El día que cierre, el pueblo no volverá a ser el mismo. Lo mejor la pechuga completa con beacon y huevo"

"La noche comenzó perdiendo un piedra-papel-tijeras con mi cuñado para ir a buscar la cena, después de unas horas jugando al Cluedo. Cuál fue nuestra sorpresa de que nos encontramos al Coronel Rubio, con el puñal, en la cocina. La víctima, no tenemos claro si fue la comida que se quemaba en la plancha, o la caja registradora atascada que fue apuñalada en reiteradas ocasiones. Digno de película de terror. Música Ska a todo volumen, gritos, golpes, cuchillos y una caja registradora de la posguerra... Pobre la camarera que nos salvó dándonos la vuelta y su inmensa paciencia aguantando al Coronel Rubio goteando sudor por todo el local, gritando y apuñalando una caja mientras le increpaba algo de lo que ella no tenía culpa. Hasta los clientes que intentaron ayudar, recibieron sus gritos porque él todo lo sabe y todo lo entiende. Atrás quedaron los tiempos en los que este era un gran local para tomar un bocadillo rico y a buen precio. Ahora malamente queda el buen precio, que trae incluido espectáculo de terror."

"La comida es increíble, los ingredientes tienen muy buen sabor y la lechuga y el tomate saben natural, los bocatas y hamburguesas son enormes y a reventar. Un precio muy bueno y el ambiente inmejorable, canciones muy variadas, siempre suele haber canciones nuevas, y el dueño es un majísimo y con frases muy sabías. Sin duda un local que visitar y con mucha personalidad."

"Soy de Bilbao. Hace más de una década que fui con mis padres y mi hermano de vacaciones a Cangas. El primer día, preguntando por algún buen sitio al que ir a cenar, nos hablaron de la Bocatería Obelix, así que fuimos y verdaderamente nos encantó la Fila que preparó Mino. Un descubrimiento. A eso que volvimos a Cangas de vacaciones, diría, 3 años más y evidentemente repetimos tantas veces como quisimos en la Bocatería. Es un local estupendo, muy ameno y con muy buena música. Mino, el dueño, es un máquina, compartía anécdotas con nosotros. Su equipo es igual de estupendo. Mi aita y yo somos dibujantes de cómics, así que le regalamos un dibujo cada uno (me haría ilusión saber si se acuerda jajaja). Hace ya muchos años que no volvemos a Cangas, desgraciadamente no ha coincidido, pero tan pronto como se me presente la oportunidad, volveré y espero comerme un Fila. A parte del buen recuerdo... En serio, los mejores bocatas que he comido están ahí. 10/10"