KohLanta Plaza Cormelana, 7, 15003 A Coruña, La Coruña

"Tenía buenas referencias del sitio y aprovechamos para ir hoy hasta allí, a mi hija le gusta mucho esta comida al igual que a mí, sitio pequeño pero acogedor, nos pusimos en una mesa para dos pero cambiamos ya que al tener la silla fija era un poco incómoda, yo ya soy corpulenta pero la mesa es como para un niño tal cual incómoda y demasiado estrecha, pedí cerveza de allí estaba rica y suave, pedimos para compartir ramen, pan bao con setas y otro plato, nos traen el Ramen bastante contundente, buen sabor pero no estaba caliente, estaba tibio al momento se quedó frío, y sin haber terminado el ramen, nos llevan el segundo plato que lógicamente si no hemos termlnado primer plato , iba a estar frío, asi fue estaba templado, buen sabor del cerdo con el cilantro y la menta me gusto el toque de picante pero esa comida. Debe salir CALIENTE Y ESPERAR A QUE SE TERMINE UN PLATO PARA LLEVAR OTRO..... , después igual sin acabar nos lleva el pan bao que aguanto más la temperatura estaba perfecto de sabor y textura, pero recalcó la comida debe salir CALIENTE no poner y poner platos para que se enfríe. Buen servicio."

"Muy buen sitio para comer oriental. Calidad y a precio moderado-alto pero merece la pena. El servicio y atención, en general, bien y rápido. Tienen la variedad suficiente y quede encantada. Los mochis me esperaba alguno más, sin embargo, como postre es perfecto. El mejor que probé nunca y un bite ideal para acabar la cena. El ambiente es diferente con mesas y sillas bajas, detalle diferenciador de muchos otros y que se siente genial. Habíamos reservado y menos mal porque para las 9,30 estaba lleno así que si puedes llama y reserva."

"No volveremos, por falta de atención y amabilidad, por detalles sin coste que no fueron capaces de solventar, por falta de profesionalidad.Y tras ver la respuesta del propietario por faltar a la verdad. Lo escrito en el comentario original es lo ocurrido. El sol no se mueve tan deprisa como para irse de la zona, la mesa ya tenía sol al llegar. Y pedimos el cambio con la consumición en la mesa y nos lo negaron. Nos ofrecimos a ir a una mesa de dos y también nos lo negaron. Nadie nos ofreció nada, pero mentiras por favor a otra parte. Es de vergüenza la respuesta. Nos lo negó el camarero chico, puede que si nos hubiera atendido el personal de dentro o la chica de toda la vida que no la vimos, hubieran actuado distinto. Creo que piensas que el problema somos los clientes por la forma de tu respuesta, pero observa tu negocio, ya que el problema no somos nosotros, quizá lo encuentres en tu personal. Solo hay que observar. RESEÑA ORIGINAL: Hemos ido a comer bajo reserva de mesa en el exterior. Dos adulto y un niño. Al llegar había 3 mesas libres. Dos a pleno sol y una a la sombra. -Le pedimos la de la sombra que es idéntica a la que nos indica el camarero del exterior. Nos dice que no, que es para otros clientes. Seguimos a pleno sol. -Pedimos mover la mesa hacia el otro lado a la sombra, y nos dice que no que se quejan los vecinos. Lo entendemos. Pero le pedimos moverla hacia atrás, que está el mostrador por donde sacan platos, pero es amplio, y también que no. Llegan 5 clientes y cogen la mesa de la sombra. Piensan que son los de la reserva, pero error del chico,se les colaron, porque las 5 chicas que tenían reserva llegan a los 5 minutos y les toca la otra mesa al sol. La suerte es que como el sol iba girando ellas pudieron moverla hacia una columna y al final tuvieron sombra. -Después de un buen rato, se vacía una mesa a la sombra. Sólo teníamos las bebidas y le pedimos cambiarnos, pero el camarero dice otra vez que no. Era para levantarse e irse pero ya habíamos pedido y no queremos dar ese ejemplo a un niño pequeño. Seguimos a pleno sol a las 3 de la tarde con un niño de 6 años. Comemos a prisa y ya sin ganas, y ahí va la sorpresa, que a otras clientes, les sacan una mesa del interior y se la ponen a la sombra para que coman, mientras a nosotros 4 veces sin sentido, nos dijeron que no. Una mesa pequeña, que ya les habíamos comentado que si hacía falta nos apretábamos con tal de no tener al niño a pleno sol. Le indicó a la camarera del interior lo ocurrido, educadamente y realmente dolida porque no tenía sentido el no dejarnos cambiar de mesa, o habernos dejado cambiar si aún no están los otros clientes allí. No tenía sentido que estropearan así una comida familiar. Pero siempre fue un no. La chica escucha y calla, no puede más que bajar la mirada de vergüenza y marcharse con la cabeza baja y un lo siento rápido. Pagamos y nos vamos. Ni una palabra más, ni un queréis un café. Ni un volver que no volverá a pasar… ya no hablo de la comida que ya sabéis es normal, no está mal, vas por cambiar de estilo, pero ya no vuelves por situaciones así. Al final con amabilidad los sitios ganan 5 estrellas pero con situaciones así, no tiene sentido recomendar a nadie un local, porque aún no entendemos el porqué de tanto no."

"Comimos de maravilla y nos trataron muy bien. Todo muy rico y abundante. Mención especial a la brocheta de pollo ( no recuerdo el nombre). Volveremos."