Casa Rico de Medín

"Casa rural bonita y limpia. Pero con una pésima atención. Te dan llave para entrar y salir, nunca hay nadie en recepción y no te dan ningún servicio. Está muy alejada de cualquier otro establecimiento con lo cual hay que desplazarse para todo. Quizás tuvimos mala suerte pero cuando contratas y ofreces unos servicios ante la enfermedad y vacaciones hay que tener previsto que no cambie nada a cuando contrataste. Los precios no están expuestos ( algo que es obligatorio Real Decreto 3423/2000 del 15 diciembre artículo 4). Te llevas sorpresas como botella de 1 litro de agua 2,80 €. No recomendable, si tienen problemas de personal no van a saber gestionarlo. Las reseñas negativas la propiedad tampoco las sabe gestionar."

"Muy lejos de todo, lo mejor la habitación. La recepción siempre está cerrada, el primer día nos dieron una llave para poder entrar y salir, estábamos haciendo el camino y aunque llegábamos tarde y cansados jamás nos dieron opción de cenar. Hemos pagado la casa cara y ha sido un servicio de apartamento. Ojo si tienes sed no les pidas agua, 2'80€ el litro. Para no volver NUNCA. Por cierto el trato que nos ha dispensado ha sido asqueroso ocultando que tenía covid, ningún esfuerzo aunque se le llene la boca, prepotente e incapaz de asumir sus errores. Hagaselo mirar."

"Contratas una habitacion en un hotel con encanto y cuando llegas el servicio es de un apartamento, te dan la llave de la habitacion y la de la casa, la recepcion nunca hay nadie, cuando llegamos los peregrinos molidos de la etapa tienes que ir a cenar a otro sitio si tienes coche, porque cerca NO HAY NADA, si no tienes agua y consigues que te vendan una botella te cobran 2,80 € un litro, sin opcion no hay nada cerca para comprar, no tienen a la vista lista de precios. La habitacion esta limpia y la cama bien se descansa."

"El lugar perfecto para darte un capricho como peregrino del Camino de Santiago. Hotel precioso, situado en una zona tranquila y muy bonita. Lo primero y mejor de todo es la amabilidad y cordialidad con la que tratan a los huéspedes, un trato exquisito. Las habitaciones son grandes, cómodas y bonitas. Hay una zona de restauración donde dan cenas. Yo probé la pizza casera y estaba riquísima. También destacar que todos los platos que ofrecen, así como los postres, son caseros. Y por último hablar del maravilloso jardín donde se puede descansar o tomar el sol en una tumbona, y ver una preciosa puesta de sol rodeado de naturaleza y de silencio. Para mí ha sido uno de los tres mejores alojamientos que he usado en todo el Camino del Norte, y sin duda el mejor que hay a pie de camino."

"Sin duda uno de los mejores alojamientos de la zona. El edificio es precioso, las habitaciones confortables y con todos los detalles. La comida inmejorable y un jardín espectacular. Parada perfecta en el camino del norte. Pero lo mejor la atención y el cariño de las personas que lo atienden."