HOTEL SAN MARCOS

"El pan en las comidas estaba crudo. Sé de lo que hablo porque he sido panadero toda mi vida, y el pan que nos daban para comer era precongelado que nunca lo calentaron ni volvieron a cocer tras recibirlo congelado. Al intentar calentarnos el pan crudo para poder comerlo, alguien en el hotel decidió apagar las tostadoras, justificando que se habían quemado los cables: todo era una mentira para reducir el consumo de pan (ya era bajo de por sí, al servirlo crudo). También había muchas moscas y la comida no era buena: siempre fría y medio cruda. La bañera no tenía agarrador, y por desgracia terminé cayéndome....por suerte no fue grave, pero si hubiera habido agarrador, de seguro no me hubiera caído."

"Relación calidad-precio pésima. Lo mejor la atención del personal y la zona de la piscina. Es un hotel que se quedó estancado en los años 60, necesita una reforma completa con urgencia. Me parece un regalo que disponga de 3 estrellas. Habitaciones muy ruidosas, las paredes parecen de papel, escuchábamos hasta la tos del huésped de al lado. En su momento tuvo que ser un gran hotel, ahora es más un hostal grande"

"Estuve 6 días en un circuito. El hotel dentro de lo normal, está limpio, acogedor y tiene buena comida. El personal muy amable todos pero en especial me llamó la atención por su educación, simpatía y su sonrisa siempre en la cara, un muchacho llamado Luciano. La animación bien. Me reí mucho y lo pasé muy bien."

"Habitaciones simples y familiares. Sin lujos. El lujo está en poder disfrutar de la tarde con animación, un chico encantador que tanto les organiza a los peques una búsqueda del tesoro como una fiesta con globos. ¡Una sorpresa con la que no contábamos en la estancia! Lástima que el precio de la temporada (alta) no sea simétrico, porque tanto nos gustó que pensábamos repetir...pero la sorpresa fue que la misma estancia subía 130 €!!! Quizás otra vez lo intentemos!"

"Al hotel no se lo puede llamar de lujo realmente, y tiene un estilo más bien rural, pero gana mucho en instalaciones, comida y sobre todo personal. El personal trata al cliente de lujo, pero con una cercanía y un humor que hace la estancia mucho más entretenida, por no hablar de la animación: actividades de sobra para niños, pequeños conciertos con DJs, una queimada, y hasta un bingo. El hotel trabaja con compañías de viaje al parecer, y las comidas y actividades varían según si vas por libre o junto a un grupo, pero el personal te pone a tu disposición siempre lo que necesites y la comida son semejantes manjares de comida casera de alta calidad: desde pasta elaborada o huevos fritos para los que no quieran probar cosas nuevas, hasta una manta raya. Es cierto que la ubicación está un poco en mitad de la nada y que las habitaciones son la mayoría estrechas, pero por lo demás es un hotelazo estupendo. Y no dudes en interactuar con el personal porque cada uno es más gracioso y amable que el anterior."