Panchito Amigó

"Entre semana a mediodía hacen menú, tienes que preguntar, si no solo te dan para pedir a carta. De Menú: la Ensalada César No lleva pollo, contestan que así lo hacen cuando es de menú. De segundo la Achicalada, no lleva el condimento de la carta ( frita en naranja y caramelo) lleva fajitas, carne mechada de cerdo seca, chicharrón/torrezno en polvo, y un pequeño bol de aguacate con jugo (no es guacamole). El postre bien, tarrina-copa de helado o fajita de Nutella."

"35 años llevo llendo con mi familia y tres platos que pedimos siempre cada vez más escaso y peor calidad y más caros, una lástima porque nos apasiona este Restaurante, pero a perdido últimamente. Nachos que ya no son lo que eran, primero cambiaron el queso y ahora los nachos, enchilada cada vez menos condimento, muy poco pollo y queso, y por último la tinga poblana demasiada cebolla y en trozos grandes lo que indica dejadez, conocí al dueño cuando las colas para comer aquí eran de horas, conozco un camarero que lleva toda la vida aquí y ahora no veo, por lo menos en este Panchito, en definitiva, un sitio que tanto a mi como a mi mujer nos encantaba porque somos entusiastas del picante, nuestros hijos les encanta, una verdadera pena."

"Volver al Panxito de Amigó es como saltar en el tiempo 30 años, después de mucho tiempo volvimos a cenar sus platos más emblemáticos y a beber sus yardas de cerveza y os aseguro que la técnica no se pierde! Con el trato de Julio que lleva más de 30 años atendiendo con oficio y dedicación es un placer comprobar que sus sabores se mantienen en el tiempo y que las novedades de la carta mantienen el mismo espíritu de siempre. Un lugar dónde aterrizar de vez en cuando para disfrutar de una cocina mexicana como las de antes!"

"A la altura de lo esperado. Grandes precios competitivos y sabrosos platos para disfrutar de unos clásicos mexicanos. Los taburetes y mesas bajas no son compatibles con las patas de alguien de 1.90. A destacar la salsa picante de las albóndigas."

"Una pena. Un clásico de toda la vida y va a menos. Llevaba tiempo sin ir y eso que soy clienta des de hace más de veinte años. Me hacía ilusión llevar a mi hija. Siguen los mismos platos pequeños a un precio excesivo. Pedí una enchilada casera y había más salsa de tomate que pollo, que brillaba por su ausencia."