Hotel Rec de Palau

"Hotel un poco alejado de centro y rodeado de naturaleza e increibles vistas, pero perfecto para los que buscamos tranqulidad y relax... bajar al centro de Cadaqués son 10 min... Estubimos en una de las suites la n°15... qué puedo decir !! Amplia, limpia, equipada con cocina completa y salida directa a la piscina privada para las suites... buen trato y cabe destacar el cochecito que tienen para subirte desde la entrada del hotel hasta las habitaciones, ya que la pendiente es importante... sólo el tema del desayuno no me acabó de gustar, aunque estaba bueno, prefiero tipo buffete... otro detalle es que te cobren las bebidas que dejan en la nevera, 2 tónicas, 2 colas, 2 aguas y 1 benjamin de cava... por lo que se paga por esta habitación no creo que se vayan a arruinar por darlas gratis, sólo las 2 aguas son gratis... si hay que pagarlas hay que dejar una lista con los precios, sino da a entender que son detalle del hotel por estar en la suite !! O pones la lista de precios de las bebidas a la vista o no las dejes en la nevera porque trae a engaño... De todas maneras hotel 100% RECOMENDABLE..."

"La estancia fue corta pero nos dio tiempo a disfrutar de la gastronomía de la zona. Lo peor sin duda las heces que había sobre la almohada de los huéspedes anteriores. La habitación la habían limpiado e incluso dejaron la cama adornada con las toallas blancas simulando unos cisnes, aunque había también restos de alguna catalina en el pico de las aves. El sitio es muy tranquilo, ideal para desconectar de la ciudad, salvo de madrugada ya que sobre las 3, 3 y media aporrean la ventana con mucha fuerza unas niñas vestidas de blanco. Lo bueno es que no hablan fuerte pero si pegas el oído a la ventana se escucha como susurran algo, me pareció que era en una lengua poco convencional, tipo Arameo. Por último destacar la amabilidad de la propietaria. En todo momento muy atenta salvo a la hora de pagar ya que abonamos la cuenta en efectivo y cuando cogió el dinero se le cayó un euro al suelo. Yo me agaché para dárselo pero debió interpretar que quería quedármelo y se abalanzó hacia mi con violencia, tirándose al suelo con las dos piernas por delante y clavándome los tacones en la espinilla; me recordó a Casemiro cuando estaba en el Madrid. Sin duda repetiremos."