Hotel Comtes De Pallars

"Pasamos solo un día El hotel es muy muy antiguo , la decoración bastante ..curiosa , son detalles que dejan un poco que decir . Pero la habitación estaba perfecta , limpia , ducha con fuerza , lo único las toallas muy malucas y una se desgarro ( de estar pasada) Tiene buen aislamiento porque se escucha la carretera pero al cerrar la ventana , está perfecto . El desayuno muy amplio y variedad incluso de leches que no suelen tener en ningún sitio. Sobre las instalaciones son muy antiguas , pero tiene muchisismas cosas para los niños y sus monitores y piscina ."

"Contratamos dos habitaciones. 1 de ellas tenía hormigas con alas al lado de la cama y la otra la bañera llena. Nos quejamos a las 9 de la mañana, tomaron nota pero al llegar al hotel a las 14:30 estava todo exactamente igual, ni las de la limpieza habían pasado, nos volvimos a quejar y a una de las habitaciones entro el servicio de limpieza a la otra no porque dejamos al perro en ella para poder ir a comer... Me parece que con 5 horas que estuvimos fuera había suficientemente tiempo para quitar las hormigas con alas. El almuerzo es un poco justo. No hay mucho que escoger y mientras almuerzas té siguen las moscas. Si tienes problemas de movilidad las bañeras son demasiado altas. Ena piscina exterior no hay amacas para tomar el sol. Las camas son un poco incómodas igual q las almohadas. Para el perro nos regalaron un quit super guay! Seguro q no vamos a volver."

"La habitación súper vieja colchones en las camas insufrible y el lavabo ni contar una bañera amarilla y sin desagüe solo el agujero . El peor hotel que he estado vamos ni una estrella no se quien le ha dado tres"

"Por lo menos nuestra habitación era bastante antigua, aunque limpia y todo lo justo y necesario. Personal agradable, buffet poca variedad pero todo era bueno, a lo mejor el no repetir algún plato estaría mejor."

"Hotel correcto que no sorprende como hotel de montaña. El trato del personal excelente. Cabe remarcar la atención recibida por Ana, quien des del primer momento que nos recibió, destacó por su amabilidad, calidez y profesionalidad. Nuestra hija, de cinco años, quedó tan encantada con ella que le realizó un dibujo. Tuvo el detalle de colgarlo en recepción, cosa que nos llenó de felicidad. Laia no ha parado de decirlo a todos. Estos detalles son los que marcan la diferencia."