Clínicas Espinoza (Fuensalida) Carretera Torrijos, 2, 45510 Fuensalida, Toledo

"Super contento, honrados ,profesionales,amables ,etc...."

"Pesimos profesionales... hace tiempo fui para probar en esta clínica y tras una revisión decidieron que necesitaba un montón de empastes y una operación de la muela del juicio... la operación fue perfecta, pero los empastes... se me cayeron al año, año y medio, lo dige y me dijeron que superaba la garantia, perdonenme pero el dentista mio de toda la vida me pone empastes y no se me caen ni tirando por lo tanto la calidad de sus empastes será pésima o me los pusieron mal, no obstante tras caerse el ultimo voy a mi dentista y me dice que tengo caries casi hasta el nervio... por lo tanto tienen dos opciones, o no estaba bien limpia o quedaron huecos por los que se metió la suciedad... en fin menudo dinero tirado a la basura, lastima que fui a consumo y es peor el tramite que pasar del tema, con que la gente lea los comentarios es suficiente para que sepan que se cuece..."

"Fui a arreglarme los dientes con el ortodoncista y me tocó cambiar de clínica porque me dejaron peor. La línea central de los dientes me quedo al lado izquierdo y me contestan que eso no es un problema como no va ser un problema que tu dentadura quede girada a un lado después de estar con un "ortodoncista""

"Me acerque por probar, tenía que solucionar un problema con un diente que mi hija se rompió de pequeña y después de leer una propaganda donde ofrecían descuento a los desempleados, me decidí a ir acompañado de mi mujer también. Nada mas entrar me atendió una joven a la que nunca propondría para que se presentara al concurso de 'miss simpatía'. Después de presentarme -con mas miedo que vergüenza- un documento que debía firmar con mis datos, realizaron una radiografía para diagnosticar. No pudimos entrar a ver al dentista los tres -supongo que por falta de espacio-, por lo que -resignadamente- me acomodé a esperar. Mientras lo hacía, observé unos diplomas en la pared, varios, con el mismo nombre masculino. "Un gran profesional", deduje, aunque quien estaba atendiendo a mi mujer e hija era una mujer -sin titulo en la pared-. Por fin salieron, me comentaron lo hablado y la joven asimpatica nos presentó el presupuesto. No aparecía nada concerniente al IVA y como ya estaba escaldado de otras, pregunté. "No, el IVA ya va incluido" nos dijo. "Pues si lo pusierais me sentiría menos estúpido por preguntarlo..." no respondí. Mi sorpresa perpleja fue cunado le comenté lo del descuento por desempleo: "Me lo podía haber dicho antes..." dijo mi amiga. "Y tu lo del IVA..." pensé. Escribió un 10 con un boli rojo, se detuvo y a continuación lo tacho. "Es que es para ella..." -mi hija tiene 16 años- "... y no es desempleada... si fuera para usted...." me lanzó sin ni siquiera sonrojarse. Recogiendo mi mandíbula espeté indignado "Ya pero sus papas si y son los que tienen que pagar". No desperdició ni un 'lo siento pero...', ni hubo una explicación como calmante. "No puede ser..." fue todo lo que acertó a ofrecerme como consuelo. Envuelto en mi indignación, me despedí. No quise pedir cita, decidí no volver. No soporto los sitios donde me hacen sentir más miserable de lo que soy ahora mismo. Solo tenía ganas de llegar a mi casa, buscar un sitio como este para desahogarme y poder gritarles "¡Métanse su descuento-zanahoria por donde les quepa!" y quedarme tan a gusto. Ahora buscaré en la competencia y solo les recomiendo que echen a su responsable de marketing o al lumbreras de la campaña de publicidad. Bye."