Taranilla Clínicas

"Ya han pasado tres meses desde mi primera visita a la clínica de Mónica y desde el primer día, tuve la sensación de que ella si iba a saber cómo ayudarme. Mi historia es la misma que la de muchas personas que sufren dolor crónico sin explicación médica; un dolor pélvico que llegó (para quedarse), después de dar a luz a mi hijo de 15 años....y que se fue recrudeciendo y extendiendo, afectando a más zonas de mi cuerpo: abdomen, vejiga, glúteos, muslos, brazos, espalda,...y lo peor de todo, dolía todo el tiempo. Peregriné por todas las consultas imaginables, oficiales y alternativas; unidades de dolor, fisios, yoga, acupuntura, pilates, psicólogos, psiquiatras,... ; probé multitud de medicamentos, bloqueos nerviosos, radiofrecuencia, botox, bomba de morfina, ....acabé con un montón de "etiquetas" que nunca terminé de creerme: cistitis intersticial, fibromialgia, atrapamiendo del nervio pudendo, síndromes de todo tipo, .... para mi eran, como dice el refrán "el mismo perro con distinto collar". Un día comprendí que nada me ayudaba y nadie me entendía, que ya no quedaban expertos a los que consultar. Hiciera lo que hiciera, el dolor permanecía ahí, insensible a las terapias, fortificado, cronificado. Estaba atrapada en un callejón sin salida, solo me quedaba la aceptación. Mónica me da masajes sí, ella es fisio y me "toca" allí donde ella nota que lo necesito, consiguiendo reducir mi tensión muscular, pero al mismo, escucho atentamente todo lo que me cuenta; voy aprendiendo sus enseñanzas (como un profesor y un alumno): que puede haber daño sin dolor y dolor sin daño; que el dolor no se relaciona con el daño en los tejidos, sino con la la actividad cerebral. En definitiva, ella me está educando en Neurociencia y biología del dolor y con todos esos nuevos conceptos para mi, poco a poco, he conseguido pensar que soy una persona sana, que no hay ningún daño que provoque mis síntomas y he empezado a actuar como tal, sin miedos, sin limitaciones y sin todos los calmantes que tomaba a diario desde hacía muchos años. Mónica, no te dice que hagas esto o lo otro, sino conoce esto o lo otro; tu mismo vas avanzando, te vas atreviendo más y ves progresos a medida que vas adquiriendo más conocimientos. Cada vez deseo saber más y más, por eso entre sesión y sesión, trato de leer por mi cuenta, todo lo que encuentro sobre la Neurociencia del dolor, porque esta manera de explicar el dolor ,me está haciendo más fuerte y con ganas de hacer todo lo que había dejado de hacer por miedo a empeorar. Mi nivel de dolor se ha reducido considerablemente, incluso hay momentos en los que no me acuerdo de él. De hecho, hace un par de semanas me fui de viaje a Roma y estuve durante una semana pateando la ciudad; iba a donde quería, no tenía que pararme a descansar cada poco, me sentaba en restaurantes aunque las sillas fueran duras ¡¡, y no tomé ningún calmante. Para mi conseguir algo así ha sido increíble. Cuando el dolor se insinúa, activo el conocimiento adquirido, y trato de desarrollar mi actividad con normalidad. Y todo gracias a Mónica y a su increible capacidad de transmitir su profundo y amplio conocimiento acerca del dolor. Ojalá más fisios, se comprometieran de la misma manera con sus pacientes."

"La verdad es que casi no sé cómo empezar…en primer lugar sólo puedo dejar escrito mi total agradecimiento a Mónica y su clínica de León por todo el trabajo que han llevado a cabo conmigo. Gracias a ella y a los profesionales de su clínica (especial mención por supuesto a Mónica que es quien ha llevado a cabo todo el trabajo y también a Eva en la recepción) puedo decir que tengo una vida normal después de haber pasado un auténtico calvario / infierno de sufrimiento durante muchos años. Voy a contar un poco mi historia, con objeto de que pueda servir de ayuda a pacientes que se hallen en una situación similar a la mía. Soy un chico relativamente joven y sufridor de patología de suelo pélvico desde hacía más de 9 años cuando conocí a Mónica (gracias al urólogo Miguel Ángel Alonso Prieto, que me recomendó acudir a ella y al cual también estoy enormemente agradecido) con sintomatología variada e incapacitante que me impedía llevar a cabo una vida normal para un chico de 27 años (edad a la que empecé con mi dolencia). Después de un sinfín de visitas a distintos profesionales sanitarios (médicos, fisioterapeutas, osteópatas…) y después también de un sinfín de diagnósticos variados (prostatitis no bacteriana, atrapamiento del nervio pudendo, síndrome miofascial de suelo pélvico…), seguía con mi sufrimiento dando vueltas y sin saber que hacer, totalmente desesperado, con dolor prácticamente continuo que me incapacitaba para llevar una vida normal, con la consiguiente afectación en la parte psicológica. Un auténtico calvario. Todo eso cambió una vez que conocí a Mónica y su clínica en León, sin lugar a dudas la mejor profesional fisioterapeuta (y profesional sanitaria) que he conocido a lo largo de todo mi peregrinaje. El dominio y los conocimientos que tiene de las patologías de suelo pélvico y de dolor crónico (además de por supuesto cualquier rama de la fisioterapia, pero hablo de mi caso particular) es increíble, sumando además su empatía, calidez y determinación en el trato con sus pacientes. De la misma manera, realiza un trato totalmente personalizado adaptado a la vida de cada paciente, aspecto muy a tener en cuenta porque también influye en una mejor y más rápida recuperación. En muchos momentos, también puedo decir que ha sido mi psicóloga, ayudándome mentalmente mucho a salir del hoyo en el que me encontraba como consecuencia de tantos años sufriendo y en aquellos momentos de mi recuperación en los que he tenido algún altibajo. No ha sido un camino fácil, ya que patologías que llevan “ancladas” mucho tiempo no es tan sencillo revertirlas y se produce un proceso de sensibilización central, pero con el buen hacer, los conocimientos, la empatía, el sacrificio y empeño que siempre muestra Mónica y todo su equipo, puedo decir que hay salida donde se creía que no la había. A todo esto que indico, también es necesario reseñar la calidad de la clínica, en lo referido al local (mi tratamiento ha sido realizado un 98% en la clínica de León, pero también existe otra clínica en Trobajo del Camino), equipos y sus instalaciones, con cabinas individualizadas para mantener intimidad, que también es muy de agradecer. Ni que decir tiene también el trato siempre agradable y dispuesto de todo el personal que conforman la clínica, haciendo las sesiones muy amenas y entretenidas también por otro lado. Espero que con este pequeño escrito pueda servir de ayuda a otros pacientes en situaciones similares a la mía. En mi caso creía que no había solución de ningún tipo, después de tantos años dando vueltas sin encontrar una solución prácticamente me había resignado a vivir lo que me restase de vida en esa situación. Sin embargo, la solución se encuentra en León, en la clínica Taranilla. Todas las buenas palabras que pueda escribir aquí son pocas y en cualquier caso nunca podré agradecer todo lo que Mónica ha hecho por mí. Gracias a ella he sabido olvidarme de un dolor que me estaba amargando la existencia y también gracias a ella sé lo que es vivir nuevamente. MILLONES DE GRACIAS."

"Llevo muchos años tratándome con ese equipo de fisioterapeutas y sólo tengo q buenas experiencias tanto con mi hombro con al q nadie daba solución hasta q llegué a las manos de Mònica Taranilla y sus fisios. Igualmente con lo del suelo pélvico de mi hermana q desde q empezó el tratamiento comenzó a vivir con calidad de vida y sin miedo a... Recomiendo a estas fisios a todo el mundo pq ya sea para una lesión o tirón o contractura ponen las manos donde te aciertan."

"Tenia Capsulitis adhesiva u hombro congelado, estuve tratándome en otro lugar y no me hicieron nada. Pedí vez en Fisioclinica Taranilla y con solo dos o tres sesiones aquí, me hicieron más que diez sesiones en el otro lugar. Si es cierto, que me ha costado volver a mover el hombro con normalidad (por lo que tengo entendido, no es fácil su rehabilitación) pero gracias a F. Taranilla he vuelto a moverlo. Alba… MUCHAS GRACIAS"

"Llegué a la clínica con un dolor en el pie que se agravaba cada día, tras la primera sesión noté mucha mejoría y a los pocos días desapareció el dolor por completo. Sin duda repetiré para cualquier otra lesión o dolor. Trato muy cercano con los pacientes!!"