PUNT ROMA

"Gran decepción , no creo que vuelva a comprar nada allí dado que no reintegran el dinero de las devoluciones, sino un vale en su lugar, si bien lo pone en el ticket de compra no he visto ningún cartel que lo advierta para que el cliente lo sepa anticipadamente, no creo que pueda utilizar dicho vale, ya que fue una compra para mi madre que estaba de visita, y yo no uso ese tipo de prendas que allí se venden."

"Me encanta comprar en punto roma, tienen mucha varidad, todas las tallas, y ropa muy bonita y juveniles. Las dependientes muy majas y las veces que he ido he encontrado lo que buscaba"

"Día de compras, fui a descambiar una prenda que me quedaba grande y salí con cinco. La dependienta muy muy amable, me aconsejaba muy bien lo que me daba confianza para comprar. Vuelvo seguro."

"Mi compra fue de hace un año pero me he decidido a escribir ahora porque no quiero que le pase a más gente mi experiencia en esta tienda, tengo 44 años y como uso una 44- 46 en algunas tiendas no encuentro talla para mi por eso me decidí a buscar un vestido aquí. Una dependienta me hizo sentir especialmente mal con sus comentarios en el vestuario según me probaba los vestidos, en especial unos: " qué pena que tengas que mirar estos vestidos con lo joven que eres", " si estuvieras más delgada podrías encontrar ropa más moderna en otras tiendas más juveniles". No la pedí su opinión sobre mi físico pero tampoco se corto un pelo ni en sus palabras ni en la cara de pena que ponía mirándome de arriba abajo. Compré uno de los vestidos porque me gustaba, pero tengo claro que no volveré a entrar. Nadie tiene porque criticar el físico de una persona, y mucho menos una dependienta que debe asesorarte y hacerte sentir segura con la ropa que buscas."

"Decepción es la palabra que describe ésta tienda. El sábado entre, estaban dos dependientas hablando y yo recorriendo la tienda en busca de algo que necesito, al final me cogí un par de prendas y fui al vestuario... Nadie se acerco para saber si necesitaba otra talla o si necesitaba algún arreglo. En el probador había una señora bastante mayor y tuvo que entrar su hijo pura buscar otras tallas. Volví de nuevo ayer, había más gente por la tienda pero las mismas empleadas, cogí diferentes tallas de una prenda que me había gustado el sábado y otras prendas a mayores.... Después de asomarme al probador y hacer gestos se acerca una dependienta que me quiso vender la moto... Cómo si fuera tonta y no viese que me quedaba horrible.. Pero lo que más me molestó es que cuando salgo del probador con las 5 piezas de ropa, colocadas en sus perchas, me doy cuenta que una le hace un comentario a la otra... Está la dijo que no la entendía, le vuelve a repetir el comentario y miran hacia mí. Por lo tanto, era evidente que se refería a mí. Esa señora puede dar gracias que la mascarilla no permite oír lo que dijo porque sino me escucha por sin vergüenza. Vamos que la ropa aunque no me servía nada he de decir que había cosas bonitas pero las dependendientas estaban mejor en salvame."