Farmacia Carmen Padilla Avenida Constantino Gancedo, 27, 24100 Villablino, León

"El trato de esta mujer hacia los clientes es realmente grosero, puedo entender que estando de guardia te apetezca descansar pero eso se tiene que pensar antes de dedicarse a hacer guardias, pero ya acudir de día y que el trato siga siendo igual de malo no es de recibo, trata a sus clientes como si fueran tontos"

"Nefasto el trato de la farmacéutica, aún teniendo una urgencia y una receta médica."

"Acudo a esta farmacia a las 11:45 horas de la noche estando en de guardia y la persona que me atiende me da un antiestaminico y me lo da sin la tarjeta sanitaria echo que yo agradezco porque yo resido a unos 80 km y no la tengo. Pero antes de dármelo me recrimina que no es una urgencia y que me la da como por hacerme un favor, es verdad que igual no es una urgencia para ella pero para la persona que se crispa por no aguantar el picor seguramente sí que lo es, aún así ella sigue diciéndome que he tenido todo el día para ir a comprar yo le digo he venido cuando me he dado cuánta de que no tenía más y ella seguía en sus trece, le pago y me voy pero creo que sí está de guardia lo más sencillo es darme lo que le pido si ella lo considera y dejarse las recomendaciones para si."

"El trato de esta mujer hacia el cliente es de esos que te pueden llegar a hacer perder las formas. Las maneras y palabras que emplea son vergonzosas para el cargo que ocupa. Si no te gusta tu trabajo nadie tiene la culpa, pero un poco de respeto que el que va a la farmacia no es por gusto."

"Ayer por la noche tuve que ir a por un medicamento. Evidentemente, se trataba de algo urgente y precisamente traía la receta de urgencias; como ha de ser. Tuve que ir en taxi hasta esta farmacia; y al igual que yo no tengo ganas de tener una urgencia y tener que ir a un hospital y posterior farmacia a las 4.00 de la mañana, entiendo que la farmacéutica tampoco tuviera ganas de que la despertase para que yo pudiese comprar mi medicamento. No obstante, su trabajo es atenderme, ya que está de GUARDIA, y si puede ser, no después de tocar el timbre 20 veces y hablándome a gritos y con ese descaro y desprecio. No son formas de tratar a un cliente y yo no tengo la culpa del mal despertar de nadie que además está haciendo SU TRABAJO. Trato pésimo y más hacia una persona (en este caso yo) que al otro lado está sufriendo y poco se puede defender. Todo esto lo habría dicho ayer y habría pedido una hoja de reclamaciones, pero no estaba en las condiciones físicas para ello. Espero que al menos sea algo más consciente de su carente manera de tratar a personas cuya misión no es ir a la farmacia a despertarle, sino a adquirir algo que forma parte de una necesidad de carácter urgente. EN RESPUESTA a su respuesta: Es increíble que usted diga que yo toqué al timbre como si fuera una EMERGENCIA; y en primer lugar, me alegraría que recordase usted la naturaleza del medicamento como para apreciar por sí misma el carácter de urgencia que efectivamente tenía la situación, y por ende el dolor que estaba soportando yo en ese momento. No obstante, estuve esperando hasta volver a tocar (principalmente porque tuve que desistir) y estuve A PUNTO de volver a montarme en el taxi e irme hasta que su por fin escuché su "YA VOY" casi de casualidad. Es por ello que agradecería no tener que leer algo que no es cierto, porque realmente pensé que no había nadie. Tal vez llegó a escuchar usted únicamente la mitad de los timbrazos y de ahí su respuesta. Por otro lado, bien sabe usted lo que tardó en sacar ese medicamento, no falte a la verdad diciendo que fueron tres minutos, POR FAVOR; porque su tardanza para encontrarlo fue tal, que llegué a pensar muy a mi pesar que era bastante posible que no contase con stock de tal medicamento. Por último, tampoco entiendo qué problema tiene usted en que yo busque mi código de afiliado en mi teléfono; código que me pidió en la misma tesitura de su mal despertar. No soy yo quien emite recetas y si no me lo han pedido al realizarla, me alegro de poder proporcionárselo yo misma para solucionarlo, cosa que sí tardó bastante menos de tres minutos, y bastante menos de dos también. Habría sido un detalle por su parte que al menos hubiera reconocido parte de los hechos, en lugar de cargar todo lo que expongo contra mí; ya que tal vez el cliente siga teniendo la razón pero lo más fácil sea desacreditarlo. El trato en el hospital en cuanto a la emisión de la receta fue correcto; y el del taxista, INSUPERABLE. Gracias por su extraña preocupación respecto a ambos bajo ese "tú me entiendes" que usted ha escrito y que sinceramente no he llegado a entender."