Restaurante Hostal La Montaña
Descripción
Bienvenido al Restaurante Hostal La Montaña, ubicado en la pintoresca localidad de Puente Villarente, León. Nuestro restaurante es el lugar perfecto para disfrutar de auténtica cocina española en un ambiente acogedor y familiar.
Nuestro menú ofrece una amplia variedad de platos tradicionales, elaborados con ingredientes frescos y de la más alta calidad. Desde deliciosas tapas y entrantes, hasta exquisitos platos de carne, pescado y mariscos, nuestra cocina se destaca por su sabor y presentación impecable.
Además de nuestra propuesta gastronómica, en el Hostal La Montaña también ofrecemos alojamiento en habitaciones cómodas y bien equipadas, para que puedas disfrutar de una estancia placentera en un entorno tranquilo y natural.
Nuestro restaurante es el lugar ideal para celebrar eventos especiales, como bodas, banquetes y reuniones familiares. Contamos con un equipo profesional y atento que se encargará de que tu evento sea un éxito.
Ven a visitarnos y disfruta de una experiencia culinaria inolvidable en Restaurante Hostal La Montaña. Te esperamos en Camino de Santiago, 17, Puente Villarente, León, España. ¡Te garantizamos que querrás volver!
Fotos
Contactos
Calle Camino de Santiago, 17, 24226 Puente Villarente, León, España
Horario de apertura
Lunes:
07:00 - 00:00
Martes:
07:00 - 00:00
Miércoles:
07:00 - 00:00
Jueves:
07:00 - 00:00
Viernes:
07:00 - 00:00
Sábado:
07:00 - 00:00
Domingo:
07:00 - 00:00
Reseñas
"En el puente villarente ,cerca de Leon,buen ambiente,camarera muy agradable,la verdad,buenas tapas y al lado de un río y de sitios bonitos para pasear. Buenas tapas también. Recomendable si se quiere hacer una parada fuera de Leon"
"La ubicación está bien. Se aparta relativamente fácil cerca. El trato correcto, pero los aseos deberían reformarlos y mejorar su limpieza, ya que había bastantes moscas y alguna que otra araña."
"Qué desagrable experiencia . Pedimos pasar la noche 31 de agosto a media tarde. El chico árabe del la barra nos trato' con desprecio y tras dudar no dijo que no había habitaciones , solo le faltaba reírse de nosotros con su vacilada. Supimos que el hostal estaba vacío, no me extraña. Peregrinos no pararse en este pueblo"
"Contrato mi amigo una habitación para 4 noches ya que estábamos dispuestos a pasar unos días disfrutando de los ríos de León y le dieron precio de 55€ habitación y 90€ en media pensión. Llegamos al hostal tras un duro día de viaje y pescata, la recepción fue en la barra del bar apuntando solo el nombre del compañero en un trozo de papel. Subimos a la habitación y se me cayó la alegría del buen día de pesca, muebles viejos ninguno acorde entre ellos mesilla de noche de los muñecos de pin y pon, faltan algunos rodapies, llaves de la luz sin escudo protector, camas con somieres de muelles viejos dados de si, colchones blanduchos que nada más sentarte se hunde, aire acondicionado viejo sin mando a distancia solo un interruptor en la pared que lo único que hacía era encender y apagar una luz roja en el split sin ningún tipo de funcionamiento, pasamos al cuarto de baño y encontramos un embase vacío de los que ponen de gel en un plato de ducha que escurria más que una pista de hielo toallas viejas más bien parecidas a trapos…. Bueno decidimos no hundirnos y medio aceptar la habitación ya que el tema de escurrirnos en ducha lo solucionamos echando una toalla al suelo, el aire acondicionado le hice funcionar gracias a la app de mi móvil y las demás deficiencias hicimos de tripas corazón y cerramos los ojos nada podría quitarnos la ilusión del viaje. La cena, admisible 12,50€ el menú por cada uno, el único inconveniente es la lucha a muerte constante con la cantidad de moscas que sólo hacían posarse en ella. El desayuno, un café y un trozo de bizcocho, pido si puede ser una tostada de pan, y me dicen que NO que solo es una torrija quemada o un trocito de bizcocho o un minúsculo trocito de tortilla. SE ACABO, pido hablar con la dueña y la explico que ese desayuno no vale 5€ por persona, enseguida se puso a la defensiva que la habitación no era ese precio que había subido y un largo titubeo de excusas que no puede bajar los precios que pago 2000€ de agua, que si la luz, que el aire acondicionado….. Efectivamente decidimos pagar 90€ e irnos de ayi cuanto antes. Suerte de un buen señor que pregunte en el Eroski y me indico otra estancia más barata y con más servicios, limpieza, etc poniéndome al día de la reputación del hostal que tiene en el pueblo…..y que el trozo de bizcocho te lo Dan de pincho al pedir café. Mire señora voy a intentar ser suave en mi calificación. Te pongo una estrella porque no me dejan ponerte un -10, No puedes llorar a un cliente desconocido con lo que pagas de tus recibos de consumo, no me interesa, estos actos y viendo precio y servicio que das, esta abocado a cierre definitivo. No has hecho los deberes en tiempos de bonanza y no has invertido en tu negocio. 9Tus camas y demás mobiliario de esa habitación es de los tiempos de Toni Leblanc , la televisión en blanco y negro y las maletas de cartón y madera, en el punto limpio de cualquier parte de España hay somieres de lamas y mesillas de noche más modernas y agradables a la vista eres una RANCIA. Y ya podías limpiar mejor o pagar un sueldo en condiciones para tener profesionales que sepan hacer su trabajo ya que había también pelusas y moscas muertas de hace tiempo por los rincones que delata lo ESPESA que eres. No he ido a quitarme el hambre con tu triste desayuno de media pensión pero lo que no consiento es que me engañen en mi propia cara y me quites mi dinero de esa forma que al final tuvimos que ir a desayunar a otro sitio mal dormidos, asqueados del habitaculo y disgustados por tu engaño."
"MEDIOCRE, LAMENTABLEMENTE Tras 33 km de Camino desde Bercianos del Real Camino, una merecidísima y reparadora ducha en el albergue San Pelayo, pregunté dónde podía almorzar y me recomendaron este restaurante, probablemente por ser el único en la zona. Por 13,5€ me ofertaron un menú poco apetecible de cuatro primeros y cuatro segundos. Opté por un salmorejo que resultó ser un gazpacho muy malo (espero que ningún cordobés sufra una experiencia tan traumatizante), una pechuga a la plancha a la que metieron una loncha de jamón y otra de queso, y el postre. Mi postre favorito es el tiramisú y cuando me lo ofertaron no lo dudé. Me trajeron un pedazo de bizcocho mojado en café cubierto por una crema de queso que se agarró a mis arterias más fuerte que un allien. Cada vez que respiro la sigo notando...vamos, un auténtico sacrilegio. Lo único positivo, la cerveza mahou 0,0 tostada era de 33 cl, no esa mezquindad de un quinto que te ponen en muchos bares para que pidas tres y sablearte a gusto."
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