Joyería Germán Calle Calvario, 25, 38300 La Orotava, Santa Cruz de Tenerife

"Muy buena atención y buenos precios y tiene mucha variedad de artículos."

"Iba a poner todas la estrellas pero se me fue pantalla. Profesionales empaticos y amables"

"Un gran profesional en el sector , con gran paciencia y atención. Volveré. Saludos"

"Joyería de confianza. El personal muy amable atendiendo y asesorando al cliente. Variedad de productos. Además trabajan sobre la marcha los grabados. Sin lugar a dudas, repetiré como en cada ocasión."

"La verdad, cada vez me decepcionan más. He confiado desde años en llevarles todo para arreglar allí. Soy de Los Realejos, pero siempre he apostado por el pequeño comercio y por el buen hacer. Hace unos meses. Mi madre, tenía que arreglar varias joyas y quisimos ir hasta allí. Hicimos una cola de más de una hora, pensamos que valdría la pena hacerla. Al entrar en el establecimiento, el dueño (digo dueño porque se llamaba Germán), no solo no atiende con amabilidad, sino que no tiene nada de paciencia al tratar con la gente. Mi madre, una persona mayor, le preguntaba porque quería informarse de todo lo que le iban a hacer a SUS joyas y este señor con muy poca gracia, se ponía, poco más que a responderle de mala manera y de forma desagradable. Tanto es así que pensé en un momento de coger todo y no querer hacer nada allí. Me pongo serio y él se relaja pero no por ello se vuelve agradable. Él, sabiendo que le íbamos a dejar una cantidad grande de dinero, en vez de estar agradecido, reaccionaba de esa manera, a demás como queriendo echarnos. En otras ocasiones, en piezas mías ha trabajado de forma chapucera. En una esclava de plata, me la dejaron al revés la inscripción y al preguntarle está vez, si no habría problema con las joyas de mi madre, ya que para ella lógicamente importaban mucho, me dice que ellos son profesionales a lo que yo respondo que muy profesionales no han sido con otros artículos que les he llevado. Su respuesta, con mala cara: ¿seguro que fue aquí dónde lo trajiste? Al ir a recoger el pedido, la señora que atiende, también parece que no tiene ganas de estar allí, pienso que es su familiar, pero a ella si la conocía y siempre ha sido igual. El trabajo estuvo bien hecho, pero un mal sabor dejó esa situación. Luego nos quejamos cuando la gente deja de ir al pequeño comercio. Que den gracias que la gente llega a hacer cola por ir todavía a ellos, aunque creo a mí ya no me verán en la cola y si puedo recomendaré que no vayan otros."