Floristería en Sevilla Carelia

"Muy buen servicio y mejor trato. Les pregunté su podían entregar un ramo en menos de 4 horas y lo entregaron en 2. El ramos precioso, y preparado en un jarrón de cristal divino. Ya había confiado en ellos antes, un acierto. Muchas gracias!!"

"Me han preparado un ramo de rosas muy bonitas para mi novia. Son unos hombres muy apañados y que estan atentos a que no te falte absolutamente nada. Se adjuntan a su presupuesto y muy formales todo entregado en día y hora. Para mi es un placer siempre contar con ellos."

"Me han preparado un ramo precioso, a mi mujer le ha encantado. Me ha atendido un señor muy educado y amable, él me ha asesorado y elegido todas las flores del ramo. Lo recomiendo totalmente."

"Pedí un ramo de media docena de rosas amarillas (30 €) y me preguntó que si podía gastar un poco más (15 €) y me prepararía algo especial. Acepté. Me añadió alguna rosa más, unos claveles amarillos, una rama de margaritas amarillas y follaje. Salí de la tienda satisfecho. Llegué a casa, las puse en agua y antes de 24 horas las rosas y las margaritas ya se estaban secando (foto adjunta). Me acerqué a la tienda, solo para decirle lo disgustado que estaba y se puso totalmente a la defensiva y culpando al proveedor. Hoy, dos días desde que las compré, he tenido que tirar todo menos los claveles. Le mandé fotos a la tienda y me dijo que me pasara por allí, pero con la primera vez tuve suficiente, doy por perdido el dinero. Ahora cuando veo otros comentarios anteriores del mismo tipo, me doy cuenta de que el mío no ha sido un caso de mala suerte. Lo curioso es que las respuestas son casi idénticas: "lo tendré en cuenta"."

"Vine a la tienda atraído por las reseñas positivas, y me llevé una enorme decepción. Pagué 35 euros por 8 rosas blancas (se supone que me regalaron una). Las vi un poco cerradas, y cuando pregunté al señor que hizo el ramo me aseguró "que me las daba algo más cerradas para que durasen más después de abrirse, en uno o dos días". Nunca se abrieron, las fotos son de 3 días más tarde, y las rosas estaban exactamente igual de cerradas (y de feíllas, un color blanco-verdoso y los bordes algo quemados). Si hay algo que no me gusta en la vida es la sensación de sentirme engañado, y así es como me dejó la experiencia en Carelia."