Gatta Nera

"Fantástico Todo buena pasta, carne, pescado y sobre todo pizza, te ofrecen carne, pasta, pizza, etc... con toques y además es un ambiente agradable. SI QUIERES COMER PIZZA O PASTA ITALIANA VENI A LA GATTA NERA SE COME DE DIOS!!!!"

"Muy mal El propietario se presenta como un chef internacional, nos sirvió dos rocas aderezadas con puré de tomate enriquecidas con alcaparras, albahaca, gambas y dos mejillones. No eran para comer, así que pedimos unos espaguetis sencillos con almejas en blanco, estaban aún peores, parecían en caldo, no habían escurrido la pasta, ni siquiera estaban sazonados con ajo y perejil. Los enviamos de regreso. Nos gastamos 35€ y pensar que el dueño habla mal de los italianos, dice que son unos estafadores, ¡quizás sea el primero del ranking!!! Además nos quitó la conexión WI-FI cambiando la contraseña pero es correcta. para enviar la reseña. Pareja italiana honesta"

"Verdadera cocina italiana con especial atención a la calidad de las materias primas. Marcada originalidad siciliana, con olores, colores y sabores."

"La mejor restaurante de la isla"

"Justo en medio de la zona peatonal y frente al mar de este hermoso pueblito de pescadores, nos topamos con un súper restaurante italiano. Expreso que tanto mi pareja como yo, cuando viajamos, queremos experimentar el lugar como indígena y esto también en cuanto a la gastronomía. Pero nos atrajo la carta italo-siciliana de este restaurante que ofrece lo que resultó ser una exquisita e inigualable mezcla de ingredientes locales y la sabiduría italiana y el refinamiento en las recetas (además de la preparación del plato que es de la cocina estrellada). ). Desde deliciosos entrantes de pescado hasta una sublime caponata, también tuvimos un bis habiendo tenido así la confirmación de la autenticidad de los pescados y mariscos (cuyas raciones con pasta son hiperabundantes) y la posibilidad de beber un excelente vino (esta vez todo italiano). El chef Vincenzo nos concedió la suerte de probar sus gnocchetti caseros con salsa de pescado, marisco y pistacho y sus ravioles rellenos de mero. La única excepción a los productos de "kilómetro cero" son los postres: babà doc napolitano (y puedo certificar que lo soy) y cannoli de la mejor tradición siciliana. Una veintena de asientos, todas mesas al aire libre, algunas más "reservadas" para la cubierta de una carpa que las hace más íntimas, otras en la zona peatonal más apta para fumadores. El interior del comedor y el espejo de la cocina limpios (y aunque parezca una circunstancia obvia, entre Fuerteventura y Tenerife no lo es tanto). El restaurante ha sido administrado recientemente por una nueva dirección que se ha hecho cargo de una anterior, siempre tricolor. Cabe destacar el valor añadido adicional que supone un servicio de restauración de lujo (frente a unos precios muy dentro de la media canaria). De hecho, el restaurante cuenta con un jefe de ventas / maitre muy agradable y profesional que, con una gran experiencia y un excepcional espíritu de dedicación, se las arregla tanto para sugerir las mejores opciones para la velada como para entretenerlo en conversaciones alegres y sintéticas que regalan una sonrisa que nunca te deja, ni siquiera en el momento de la factura ;) Gracias por las dos hermosas tardes!"