Casa Riquelme

"Es mi segunda vez en Casa Riquelme y siempre un 10. Riquelme es una persona muy amable y cercana, la comida está increíble, el precio me parece de locos (económico) teniendo en cuenta lo que debe costar la logística para llevar productos hasta Masca. De verdad estar ahí es desconectar, ojalá todos tuvieran la oportunidad de disfrutar una buena comida con estas vistas tan geniales. Ir a Tenerife es ir a Casa Riquelme ❤️"

"Da mucha pena que un lugar tan bonito con una comida casera rica, haya que pagar un precio estratosférico. A nosotros nos pusieron (2 personas) los restos de un poco de jamón y cuatro aceitunas y una ración de pollo para uno mas dos cervezas por 34 euros…. Nos quedamos con hambre. Entiendo que no tenga suficiente comida pero que menos que bajar el precio entonces. En fin, no volvería."

"Espectacular lugar para comer en Masca, con unas vistas increíbles. Riquelme, el dueño, fue muy amable y estuvo pendiente de que todo estuviese perfecto. El menú es cerrado y los tres platos que comes están muy buenos: un surtido de ibéricos, papas y una carne especial hecha por él mismo. Y de postre una chocolatina típica de allí. El resultado final fue muy bueno y las vistas fueron increíbles, hablando las imágenes por si solas. Un local diferente pero muy recomendable."

"Sitio de lo más curioso. Me ha gustado mucho. Tiene un toque como caótico y destartalado que me ha gustado mucho. Es como unas terrazas estrechas y artesanales, con increibles vistas. Lo que a otro le puede parecer malo a mi me ha encantado. Me ha gustado ese toque estrecho, casi de aventura al entrar. Menú cerrado con precio fijo. Comida me gusto mucho. Vegetariano friendly."

"Este sitio está bien para venir una vez. Es decir, no me arrepiento de haber venido, pero tampoco el sitiazo al que iría cada vez que tengo ocasión. Las vistas y la terraza son una locura sí, ese es su punto más fuerte. Y por la noche en verano tiene pinta de estar casi mejor. La comida es a menú cerrado de precio fijo 16€, y se come lo que toque ese día, siendo un constante el embutido de entrada. No me parece tampoco mala idea porque es el espíritu original de los guachinches. Eso sí, personalmente me dolió que no sirviesen ni postres ni café, luego el dueño te recomienda donde ir eso sí. Cosas que fácilmente se pueden mejorar, que los cubiertos vienen sucios, la terraza tiene alguna mesa que no me inspira mucha confianza, al igual que la valla. Y el baño es un poco...claustrofóbico. Se podría también bajar de vez en cuando a ver si alguna mesa necesita algo, porque creo que solo vi bajar a atender las mesas para traer los platos. En resumen, un lugar rural con unas vistas muy buenas, que salvando unos detalles sería pasable. Y un poco caro para lo que ofrece."