Pizzeria San Marco

"Sitio recomendado, buen servicio . La comida está muy buena pedimos pasta y pizza para compartir y fue un acierto. Los postres estaban muy buenos, sobretodo la pannacotta. Volveremos"

"Es uno de mis restaurantes favoritos, voy varias veces al verano y siempre pido lo mismo. El personal es muy amable y los precios son inmejorables para la zona que es. A todo el que he llevado ha repetido."

"En este lugar para cenar en temporada alta hay que reservar. La comida fue muy buena, en concreto yo me pedí unos raviolis de setas con roquefort (SIN DUDA LOS VOLVERÍA A PEDIR), las pizzas están deliciosas también, son ingredientes frescos y eso hace que el sabor sea bueno."

"Las pizzas de buena calidad y buen precio. Situado en la avenida principal. No nos gustó nada el trato de la señora morena que nos preguntó si teníamos reserva de malas maneras y nos sentó cerca de la carretera poniéndo la excusa de que el resto de mesas estaban reservadas. Tras estar allí más de 1h vimos que aquellas mesas "reservadas" seguían libres y no tenían si quiera el cartel de 'reservado'. Tuvo el mal gusto de decirnos en voz alta (todos los de la mesa nos miraron) a ver si teníamos el bikini/bañador mojado para quitar los cojines que tienen puestos en las sillas. Evidentemente entramos vestidos y con el bañador seco. Pero no deja de ser un sitio de playa en el que la gente va en chanclas y el sitio no requiere un reglamento de vestimenta como en otros bares/restaurantes que sí que lo especificaban con un cartel en la entrada. El servicio del camarero fue un 10, atento y amable todo el rato, tanto el que nos sirvió como los que estaban dentro. Pero la señora que nos recepcionó fue desagradable y después lo único que hacía era preguntar a sus mesas habituales a ver qué tal estaba la comida, al resto nos ignoró por completo. Añadir también que pudimos ver cómo servían en la mesa de al lado una "ensalada de burrata con tomate y cebolla" que dejaba mucho que desear, incluso los comensales lo comentaron. La ensalada no llevaba burrata sino queso derretido y tanto el tomate como la cebolla estaban sin partir, el cuenco era tan pequeño que se tuvieron que servir cada uno en su plato para poder remover todos los ingredientes. Quizá solo sea un buen lugar para comer pizzas y pasta, pero el resto deja bastante que desear por lo que pudimos ver en la mesa de al lado y en alguna más. Informar de que no es apto para personas que van en silla de ruedas ya que para ir a los baños no disponen más que de escaleras, bastante empinadas por cierto. Desde luego no volveremos por el mal trato, gusto y poca amabilidad que tuvo la señora morena, que entre otras parece que va con aires de dueña/encargada y lo único que hace es dedicarse a pasear entre las mesas y asegurar a sus clientes habituales (algunos no muy contentos con la comida, por cierto). Para no repetir!"