El Maño

"Quien se queje de los precios… es lo que tiene comprarlos en plena zona turística!! Leyendo los comentarios, he debido de ir un día que no estaba el dueño porque las personas que había allí atendiendo me ayudaron con las dudas que tenía en todo momento."

"Compré adoquines sin azúcar. Según dice en el escaparate 3,50€, al pasar por caja me cobra 4€. Me los llevé, pero para sorpresa los de anís eran de limón. Poca profesionalidad por parte del dueño."

"Muy mala experiencia, no volveré nunca más. El dueño es un prepotente, un déspota y un racista. Al enterarse de dónde veníamos, quiso hacerse el graciosillo con comentarios típicos y tópicos impertinentes sobre nuestro lugar de origen. Nosotras sólo queríamos información sobre sus productos para saber qué cantidad comprar, y además de responder con evasivas, se metió con mi madre por cada decisión de compra que tomaba. El tipo recibió una llamada de teléfono y se puso a criticarnos sin vergüenza por teléfono. Nos hizo sentir vulneradas y amenazadas. No entiendo cómo, una persona que vive del turismo, puede ser tan déspota y desagradable con los potenciales clientes. Desgraciadamente los prejuicios racistas existen, pero si trabajas en comercio, y tu cliente es educado y respetuoso, guárdatelos para ti porque no beneficias en absoluto a tu negocio. Recomiendo a los visitantes que salgan corriendo de allí y busquen otros negocios donde seguramente les atenderán mejor y no se llevarán una mala experiencia."

"Tienda de objetos de regalo el maño en Zaragoza. La persona que nos atendio...maleducada y racista,no por el color, sino depende de que parte de España vengas. Atiende al cliente sin mascarilla, con superioridad, como si fuera Dios, Prepotente y maleducado. Hay muchisimas mas tiendas que te atienden estupendamente con mejor precio. Recomendacion: Dejarlo en su pedestal y solo que la caida sera mas fuerte."

"Lugar típico, de toda la vida. Solo entrar y observar su surtido ya es un gustazo. Caramelos, galletas, chocolates... De todo, y muy bueno! Y además, cómo no, los típicos souvenirs de toda buena tienda de regalos. A destacar el genial sentido del humor de su dependiente, que te hace salir con una sonrisa siempre."