D'Vinos y Copas Calle Cuarteles, 22, Distrito Centro, 29002 Málaga

"Comida y precios correctos, sin más. Los camareros son malos y despistados. La atención y trato deja que desear, se nota que no tienen experiencia. Es un sitio de vinos pero no lo sirven bien, tinto muy frío, traen la copa llena de dentro... Pedimos jamón pero nos dijeron que en ese momento no había nadie que supiera cortarlo..."

"Pongo una estrella porque no me queda otra acabo de salir del negocio veinte minutos hemos dado las buenas noches cinco veces y el camarero pasando al final hemos pedido la bebida otro tanto de lo mismo y el camarero vacilando e pedido la oja de reclamaciones y me la an negado para no repetir y nos hemos venido sin poder ni beber y encima no an querido ni d cirnos para hablar con el dueño o encargado sitio para no repetir deplorable y poca educación"

"Anoche fui con mi marido y pedimos dos cañas de cerveza. Nos cobraron, según acabo de comprobar el precio de dos copas, no de dos cañas. Además no nos pusieron ni unas tristes aceitunas que a la mesa de al lado si que le pusieron por sus dos bebidas....será que no le caímos en gracia al camarero poco agradable que nos atendió....."

"Relación calidad-precio increíble. La carta es muy variada, con facilidad para elegir entre varios platos; hay platos para compartir, algo que resulta positivo a la hora de ir en familia o grupo de amigos y poder elegir entre varios platos a compartir. Por otro lado, la atención por parte de los camareros es impecable, atentos al cliente en todo momento. Muy agradecido! Recomiendo mucho éste restaurante si deseas cocina de calidad y un buen lugar!"

"Cuando una carta es muy extensa puede ocurrir que no h de comida, en este caso, así ha sido. En la carta de vino blanco solo tenían uno y el de la casa, para ser un bar que se llamas D’Vinos, nos has llamado la atención enormemente. Por otro lado, hablando de comida, pedimos berenjenas con miel, la miel que creía que era de decoración, era la única miel que podías ver, con lo que la presencia del plato era elaborada pero era imposible comer la miel. Además era “una fritanga”, toda una tarde y noche costó deshacerse de la sensación de pesadez. El flamenquin no estaba mal. Y la ensaladilla rusa, bueno muy normalita. Si a todo esto se une que los precios son bastante distantes de la calidad y cantidad, la verdad precios caros para lo que se ofrece, menos mal que algo compensó el hecho que nos diera un poco el sol. Puntualizar que los camarer@s han sido muy amables."