Restaurante Romero

"Estuvimos comiendo en el interior ya que calculo que había unos 37°C en la calle, y muy fresquitos. La parte de la terraza, si la temperatura lo permite, se debe estar muy bien. Los camareros amables, la carne a la brasa muy buena, y los precios de la carta "en su sitio", salvo el bollito de pan de cada comensal algo caro (1.25 €/ud)."

"El sábado pasado comimos en este restaurante. A destacar, su entorno, el pantano de Cubillas en Granada, la atención recibida desde el principio por su personal, tanto en terraza como en sala, fue muy profesional y el trato muy amable desde que llegamos. La calidad y presentación de los platos, muy buena ¡Para volver pronto!"

"Restaurante Romero es un restaurante ubicado en el pantano de cubillas, en un entorno bonito. La comida es exquisita y la atención inmejorable. Resaltar la atención de uno de sus camareros, moreno , alto, con tatuajes... con chaquetilla blanca. Fuimos el día 1 de 2023, el restaurante ya elige para cuando te sientas unos entrantes y no podían estar más ricos. Los siguientes platos, pese al agobio de esos días, salieron muy rápidos. Otro punto a favor es que tiene todas sus estancias climatizadas. Sin duda, una apuesta segura para almorzar o cenar. Volveremos sin duda."

"Mala relación calidad precio. Pedimos salmorejo, huevos rotos con gulas y gambas, y sepia a la plancha. El salmorejo estaba bien, pero la sepia y los huevos dejaron que desear, sobre todo porque las patatas a lo pobre eran del día anterior, además de que las gambas eran congeladas y no sabían a nada... En el comedor se está agusto, ya que ponen el aire acondicionado. Fue desagradable la actitud del que parecía el dueño del restaurante, por la forma de hablar a sus empleados."

"Estuvimos comiendo al mediodía después de una vuelta por el pantano. En un principio nos sentamos fuera en unos bidones y vimos una carta en la que los precios eran aceptables y decidimos sentarnos dentro. Cuando nos dieron las cartas les dije que no era no que había visto fuera y los camareros me dijeron que debía ser igual. Un encargo nos dijo que era antigua y después supongo que el dueño, nos dijo que eran dos cartas distintas, una para picoteó y otra de restaurante. En ambas cartas habían platos comunes pero con precios diferentes. Vamos que nos sentimos engañados y sobretodo después de la insistencia del dueño dándonos repetidas explicaciones."