Peluquería Carmela Domínguez

"Muy mala experiencia. tenía reserva con más de un mes y cuando llegue puntual me dijeron que tenían más de una hora de retraso y que iba a estar allí más de tres horas."

"Nos recomendaron esta peluqueria y la verdad fue todo un acierto. Eramos 5 amigas que ibamos a una boda el puente del Pilar. Nos peinaron y maquillaron, 5 estilos diferentes. Son unas profesionales. Muchas gracias por vuestra maravillosa atención."

"Fui en una sola ocasión porque en mi peluquería habitual no tenían cita para los días que necesitaba y porque una amiga era asidua, pensé que no habría mayor problema para cortarme el pelo. Error por mi parte. La atención al público es horrible, desde que entras hasta que sales. Parecen comerciales, son pesadísimas intentando venderte todooooo el tiempo sus productos, porque nunca vas a tener bien el pelo si no usas los suyos. Es muy desagradable porque tienen una cadena, mientras te lavan el pelo ya te mencionan sus productos y por supuesto mientras te cortan o te hacen lo que sea también. Insisto, todas las que me atendieron eran pura antipatía. No te sonríe nadie pero bien que te intentan meter lo que venden. Por otro lado, Carmela me hizo EL PEOR corte de pelo que recuerdo en mi vida, me quedé sin habla. Cobra a precio de oro para el nefasto resultado que tuve, que lo pago sin problema si salgo favorecida y habiendo tenido un buen servicio pero no fue el caso precisamente. Mientras me cortaba el pelo dejó lo que estaba haciendo porque entró una clienta para hablar de sus mechas, ni siquiera tenía cita en ese momento... se fue a la puerta como si no tuviera nada que hacer. Le pedí que me diera volumen y ya me torció el gesto, se ve que no le gusta cortar a capas o no sabe o no sé muy bien cual era el inconveniente. No pedí nada raro. Me costó más de un año volver a un largo decente para volver a cortarme el pelo y volver a verme bien. Si eres "hija de", " mujer de" , la influencer de turno o de la alta sociedad sevillanita, quizás tengas suerte y te den un buen trato. Si vas como cualquier persona y no entras en el rango de sus clientas favoritas, NI TE ACERQUES a esta peluquería. Mi amiga, que era habitual, también dejó de ir por los mismos motivos. Prefiero cortarme el pelo yo a que me vuelva a cortar nadie de esa peluquería."

"Llevo bastantes años yendo a esta peluquería. Siempre me ha atendido Carmela. Me gustaba el corte que me hacía y era respetuosa al respecto algo que agradezco muchísimo y por eso repetía durante tanto tiempo. Pero no termina de convencerme el trato hay algo que no me gusta y esto ha hecho que no vuelva más. La última vez que la visité la atención por su parte fue nefasta. Absolutamente siempre, desde la primera visita que he realizado, ha intentado venderme los productos de ICON. Siempre he tenido claro que no quería usar esa marca en mi día a día. No me sentía cómoda porque no me gusta la venta "tan directa o descarada" pero aún así volvía al salón porque me gustaba el corte. Cada vez que iba me mentalizaba en que esto iba a ocurrir así que lo aceptaba y de la forma más cordial le daba a entender que no. Esto ha sido así siempre, no ha habido una ocasión en la que no me preguntara qué productos uso e intentar vender por todos los medios los suyos hasta que en la última visita fue mucho más allá. Me volvió a preguntar qué productos usaba (como siempre) porque tenía el pelo que era un desastre, según ella. Las formas fueron lamentables y nada respetuosas. Fue muy mal educada y lo que me transmitió o cómo lo sentí fue determinante para mí. Insistió demasiadas veces en ello y me dijo en varias ocasiones que tenía el pelo horrible. Tal cual. Tenía que comprar sus productos sí o sí. Mi pelo no estaba en las mejores condiciones y soy consciente pero desde luego no como ella decía y aunque fuera cierto, no son formas de tratar a un cliente. Me sentó tan mal en esta ocasión que ya me pareció la gota que colmó el vaso al respecto y desde luego que no volveré porque no me apetece soportar esas formas ni una vez más."