Psicelia

Psicelia es una institución de psicología ubicada en Av. de Celanova, 57, 32002 Barbadás, Provincia de Ourense, España. Nuestra página web utiliza cookies para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer los servicios anunciados en ella. Si continúa navegando, entendemos que acepta su uso. Más información en nuestra Política de cookies.

Si tú o alguien de tu familia está sufriendo un problema que no sabéis cómo abordar y os está afectando, quizá necesitéis ayuda psicológica. Es probable que simplemente existan cosas en tu vida que quieres cambiar. Aquí podrás expresar tus sentimientos y encontraremos juntos la forma de mejorar tu situación y adquirir herramientas que te permitan mejorar tu vida.

Ahora puedes dar el primer paso y contar con el apoyo de una psicóloga profesional que te acompañe en el camino hacia los cambios que necesitas o necesitáis en vuestra vida. Se garantiza la absoluta confidencialidad de lo hablado.

En ocasiones, las familias viven un malestar difícil de sobrellevar cuando alguno de sus hijos/as mantiene en el tiempo alguna conducta inadecuada. En ese caso, es recomendable acudir al psicólogo para realizar una evaluación del caso y saber hasta qué punto las conductas problemas son preocupantes.

Cuando los niños tienen hasta 15-16 años, aproximadamente, es conveniente hablar primero con los padres para conocer, de primera mano, de qué tipos de problemas se tratan. A partir de los 16 años, más o menos, es aconsejable hablar primero con el adolescente, para delimitar juntos el alcance del problema y comenzar una relación terapéutica eficaz. En no pocas ocasiones se trabajará tanto o más tiempo con la familia que con los niños/as. Siempre es muy adecuado entrenar a los adultos para que su comportamiento frente a los pequeños ayude a hacer desaparecer las conductas que nos preocupan y contribuyan a implantar las nuevas actitudes.

Una vez evaluado el problema, se elabora un informe (habitualmente por escrito, pero puede ser verbal) en el que se propone un plan concreto de acción en el ámbito pertinente: personal, familiar, escolar, etc. Y se comienza con su puesta en marcha. Si en el plazo aproximado de tres meses después de realizar la evaluación psicológica y de haber planteado las estrategias más adecuadas para realizar con las personas que acuden a la consulta no se obtienen resultados; es decir, las personas no se sienten un poco mejor, será necesario replantearse dicha evaluación y reestructurar los objetivos y el plan de intervención.

La frecuencia habitual suele ser de una consulta semanal, pero en determinados casos puede ser quincenal, mensual o incluso dos veces por semana.