La Chulapa

"Vomitivo y nauseabundo, así se resume nuestra experiencia. Fuimos a comer 4 personas porque 2 de ellas habían estado anteriormente y salieron satisfechos. Empezamos mal cuando pedimos una botella de agua y nos sirven una botella de agua de cristal rellenada por agua filtrada (la cual cobran a 3,5€), primer robo. Pedimos platos para compartir, torreznos de Soria, muy secos, demasiado fritos con patatas fritas sabor a pescado. Patatas bravas, bueno, pasables. Cochifrito, chochinillo frito, asqueroso, y lo siento por la palabra, pero desde que lo sirvieron en la mesa y lo probamos nos dieron ganas de vomitar, muy mal olor. Callos, les pedimos que retiraran el cochinillo (se lo llevaron entero) y al ponerlos en mitad de la mesa igual que el cochinillo, fatal, muy mal olor y sabor, los dejamos y cerramos la cazuelita, los envasados al vacío de algún supermercado estan infinitamente mejor. Lagarto ibérico, para 17€ que vale el plato, ni ibérico ni bien cocinado, en casa el de algun supermercado sale muchísimo mejor. Por último el pan, chicloso del dia anterior, no soy un experto en restauración, pero ese pan se le da un calentón en un horno y no se aprecia la mala calidad. Debimos hacer caso a unos familiares que son de la zona y nos pusieron mala cara al indicarles que íbamos a almorzar a este sitio. Por cierto, el sitio es enano, comes encima de las mesas de al lado, un éxito."

"De entrada, no muy grande pero acogedor, respira madera y origen. A la vista, con una magnífica carta de presentación es imposible no pensar en pedir un buen chuletón Vasco para dos o más, con un buen vino. Pero la carta de entrantes y platos atrevida y variada , finalmente nos ha obligado a una próxima visita. Atún exquisito de entrada en un plato gamberro como su monte “Se me cayó el Tartar “ y Steak Tartar . El solomillo cocinado en una salsa especial con base de puré de apio.. Inevitable culminar con un postre de chocolate y tarta de queso."

"El ambiente es muy tranquilo, hay música agradable y no demasiado fuerte, lo cual hace que se pueda tener una buena conversación sin tener que alzar la voz. La decoración es muy bonita y hay colgadores cerca para poner el bolso. En la carta hay mucha variedad, para todos los gustos y bolsillos pero en general se ve la calidad. Hemos pedido croquetas (no hay fotos porque estaban espectaculares y nos las hemos comido en cuanto las hemos olido), huevos lucios (perfecto para compartir para 2) y un txuleton Vasco (le hemos llamado Kratos, era enorme y olía genial). El mesonero llamado Aitor ha sido muy atento con las bebidas, hemos pedido que nos rellene las bebidas y recordaba todas y a cual correspondía a cada uno. En general el personal muy agradable y atento, muy contentos con la experiencia :) volveremos."

"Un lugar secreto con el ambiente madrileño y andaluz que junto con la amabilidad del dueño lo hacen idílico. Comenzamos con una ensaladilla rusa y una croquetas caseras y terminamos con unas hamburguesas de trufa, negra y de helado. Un pequeño pero es el punto de la carne pero estaban muy bien preparadas. Sitio especialista en vino que aunque no probamos se denota en su decoración y la vinoteca que ostenta."

"Esperaba bastante más, sobre todo después de comentarios positivos, y reseñas. El secreto que pedimos, se hizo frito, por lo que parecía cochifrito, croquetas demasiado hechas y no tan cremosas como venden en carta, En la factura pone 2 segundas tapas a 0 euros, todavía estamos esperando esa tapa!! Y el detalle que tampoco nos gustó es el cobró del 5% por terraza, en Granada no es nada habitual. Por poner algo positivo la ensaladilla de tapa estaba espectacular y la salsa de la carne también. No se si volveremos para darle otra oportunidad!!"