La Barbería de Santo Domingo

"A pesar del trato "educado" en todo momento, muy descontento. Le comenté que quería limpio cuello y patillas, no me lo hizo y cuando estaba terminando le comenté que no me gustaba y que quería más corto, porque ni me la tocó, en esa zona, que si hacía falta le pagaba el precio del pelado con más tiempo y me dijo claramente que NO, que esto ya era un pelado y que si quería que pagara otro. Por no montar espectáculo me fui de allí, cogiendo una cita para arreglarlo después. Al llegar a casa y verme bien me doy cuenta que me ha cobrado 13 euros y lo único que ha hecho es cortarme el flequillo, y realmente lo que yo quería era descargar cuello y patillas, y encima no me ha dado opción a arreglarlo, puede ser que nos nos entendiéramos, él comentaba que el pelado era así, pero me pareció muy grosero como no me dio opción a arreglarlo. Decidó llamarle y comentarle la situación, cierto es que una vez que me quejó y le comento todo, es cuando me ofrece que vaya a arreglarlo, pero ya, evidentemente, después de tener de quejarme seriamente ya no quería. Muy descontento. No lo recomiendo y no volveré."

"El sitio está muy original, decorado del oeste mezclado con rock , el peluquero es muy suave hablando, mi hijo que es pequeño le gusta venir por el decorado y por qué el peluquero habla bajito, lo recomiendo 100% , si tienes peques de necesidades especiales y les molestan los ruidos altos, voces ,este es tu peluquero."

"Pues mucha soberbia para tan poca profesionalidad. Además me hizo sangrar con una máquina de rasurar que no está higienizada, por 22€ en 20 minutos, ni si quiera pasa la cuchilla, que es lo mínimo en higiene."

"No vale lo que cuesta: calidad normal, precios altos (y sin TPV) y local sucio. Como punto positivo decir que la calidad del corte no es mala (aunque tampoco destaca). Ahora vayamos con el resto: - El propietario presenta ciertas actitudes soberbias como por ejemplo el "no comprender" lo que significa un degradado "pues eso existirá en tal caso en la pintura, no en la peluquería". - Los precios son cuanto menos curiosos y totalmente fuera de lugar: el corte estándar 16€, los dos cortes de precio inferior (11'5€ y 12'5€) no incluyen cosas básicas (como la cera al final del corte o que te ponga la banda protectora de cuello de celulosa) y se encuentran limitados a un máximo de 20 minutos (palabras textuales: "te lo corto a correr en lo que me de tiempo"). La guinda del pastel viene con la tarifa denominada "precio justo" que agarrense.... SON 20€! (totalmente injustificables, pero que el propietario cobraría "de no ser por la competencia"). - El local denota una falta absoluta de limpieza en cuanto al polvo se refiere, con una capa acumulada de meses o años depositada tanto en el escaparate como en los mesados. -Para finalizar, a la hora de pagar no dispone de TPV para efectuar pago con tarjeta, lo cual hacía años que no veía en ningún comercio. Esto, unido a las extrañas tarifas de que dispone (que te "fuerzan" a no coger la barata si tienes miedo del resultado), y rematado con con la ausencia de ticket alguno, da bastante que pensar... Clásico ejemplo de "quiero y no puedo": precios "premium" por servicio que falla en las cosas más básicas."

"Fui sin cita y aún así me atendió amablemente. Lo ideal es pedir cita. Salí muy satisfecho con el corte de pelo y el ambiente es muy agradable, con muy buena música. Repetiré sin duda"