Restaurante Asador Ramírez

"De lo mejor de la zona. Trato exquisito y muy atentos. Te presentan distintos cortes de distintas carnes y tu eliges. Todo lo que pedimos buenísimo. Las croquetas muy cremosas por dentro y buen rebozado (recomiendo las de jamón). El vino de la casa muy apropiado. El tomate riquísimo y las empanadillas picantes muy buenas. Pero lo mejor sin duda es como trabajan la carne: buena maduración, el sabor a brasas se denotan en cada bocado, y el punto de la carne perfecto. Visita obligada si pasas por Estepona y te gusta la carne."

"Hacía tiempo que no comíamos unos platos tan deliciosos y cocinados con tanto cariño, nos pedimos el bacalao al grill delicioso, lomo alto de vaca premium que te enseña el dueño y te da a elegir cuál de ellas quieres, todas las carnes con muy buena calidad. Deliciosas las croquetas caseras (no eran las típicas que te ponen en casi todos los sitios que solo van rellenas de bechamel) muy recomendables las de cocido y las de jamón y los crujientes de langostinos que estaban deliciosos. Repetiremos sin duda."

"Asador maravilloso. La atención por parte del señor que explica los platos es impecable. La comida está deliciosa."

"Genial! Pasamos un día en Estepona y decidimos comer allí por las buenas críticas. En este caso se debería poder poner más estrellas. En primer lugar, la atención de su dueño Paco Ramírez y su personal, muy atentos. Desde el momento en que uno entra y se sienta hasta que se va, la atención está llena de esos detalles que a uno lo hacen sentir como en casa. El mismo dueño presenta el corte de carne antes de llevarlo a la cocina. Nosotros elegimos un chuletón de Vaca Vasca madurado más de 40 días. Una combinación perfecta de sabor y textura que hacía de la carne un manjar absoluto. Acompañamos con una porción de tomates con ventresca de atún muy bueno también. El plato principal, perfecto para dos personas, venía acompañado de unas patatas al horno con Alí Oli. Todo perfectamente preparado. Un detalle adicional es que el cocinero incluyó una decoración con la bandera Argentina (hecha de flores) y unos pimientos de Padrón. Siendo argentino y viniendo desde Galicia, ese es un detalle de gran valor. El cocinero también se acercó a explicarnos como estaba el punto de la carne y nos dejó claro que en todo momento se podía hacer más si así lo deseaba. El postre, una maravilla. Una tarta de mango casera que tenía su punto justo de dulzura. Finalizamos con un café y un digestivo cortesía de la casa. Un detalle final que poco se ve en la hostelería hoy en día es que el mismo dueño nos acompañó personalmente a la salida del establecimiento. Un combo perfecto de calidad y servicio que hacen que den ganas de repetir. Inmejorable!"

"Restaurante muy acogedor que cuida todo al detalle. Comida de gran calidad y el trato es inmejorable: profesional a la par que familiar. Muy recomendable. Somos de Madrid pero volveremos!"